Los empresarios arrancan el nuevo ejercicio con los costes bajo control
Las empresas arrancan el nuevo ejercicio con los costes bajo control, sobre todo los laborales. Ni las bases de cotización, ni los salarios experimentarán este año subidas desmedidas, con lo que, a priori, los empresarios contarán con esta contención de costes en la práctica para afrontar la desaceleración económica. Ayudará también la rebaja del precio del dinero, sobre todo de la deuda a 10 años, que es la usan las empresas para financiarse.
Las patronales CEOE y Cepyme se han comprometido, en el acuerdo sobre los contenidos de la negociación colectiva firmado con los sindicatos, a proteger el empleo y a no recurrir a los recortes traumáticos de plantilla para afrontar la delicada situación económica con la que nace 2002.
Pero este compromiso no será muy difícil de cumplir si se tiene en cuenta que los costes laborales no experimentarán este año fuertes incrementos. Para empezar, el coste salarial, que es el más alto de los laborales, está previsto que crezca entre un 2% y un 3%, cuando todo apunta a que la inflación caiga este ejercicio al entorno del 2,5%.
Este crecimiento moderado de los salarios cuenta con la mayor garantía: el compromiso de los sindicatos incluido también en el acuerdo sobre negociación colectiva firmado con los empresarios.
Este pacto no es sólo garantía de control salarial, sino que supone el mejor aval de la continuación de la paz social entre empresarios y sindicatos. El buen entendimiento entre los patronos y los representantes de los trabajadores, que viene siendo ya una realidad en los últimos años, es uno de los bienes más preciados por los agentes económicos, ya que es considerado como un elemento primordial para el buen funcionamiento de una empresa y para el crecimiento económico en general.
Bien es cierto que en materia de costes laborales las bases máximas de cotización experimentarán este año un ligero incremento, superior al habitual, ya que las bases de los siete primeros grupos de la tabla se situará en 2.574,90 euros (428.427 pesetas), tras un aumento de entre el 3% y el 8%. Con estos incrementos se culmina el proceso de equiparación iniciado en 1997, conocido como destope de bases. En cualquier caso, las bases mínimas subirán también un 2%, como la previsión de inflación.
En cualquier caso, las bases medias de cotización, que vienen determinadas por los salarios, crecerán moderadamente, en consonancia con las retribuciones.
Lo único que no se modificará este año serán los tipos de cotización correspondientes al empresario y al trabajador, que permanecerán idénticos a los de 2001.
El precio del dinero
Las empresas también jugarán con la baza del precio del dinero. Los tipos a corto plazo arrancan el año al 3,25% y con posibilidades de recortarse aún más a primeros de año, aunque si la inflación, tal y como se prevé, se disminuye a lo largo de 2002 y la economía europea comienza a recuperarse en la segunda mitad de año, los tipos de interés a corto plazo podría repuntar.
Pero el año comienza con un buen escenario de tipos a 10 años -que son los que utilizan las empresas para su financiación al 4,98% frente al 5,13% al que estaban hace un año. Así, si bien los tipos a corto no repercuten tan directamente en la planificación inversora de las empresas, los tipos a largo plazo sí y éstos se prevén estables.
Asimismo, los empresarios podrán también volver a acogerse a las bonificaciones de cotizaciones vigentes desde la última reforma laboral de marzo de 2002, para la contratación fija de colectivos de difícil inserción en el mercado laboral, que van desde el 25% a la exoneración total de cotizaciones por contingencias comunes, según los casos.
No obstante, los empresarios también verán incrementados determinados costes laborales. Es el caso de la utilización de contratos de menos de siete días, cuyas cotizaciones han aumentado un 36% en la última reforma laboral, además de crearse una indemnización de ocho días por año trabajado por la finalización de todos los contratos temporales, que antes no existía por ley.
De igual forma, el nuevo régimen legal de jubilación flexible, que entró hoy en vigor, añade algunos costes a los empresarios que decidan recurrir a los expedientes de regulación de empleo si sus empresas están atravesando una crisis. En estos casos, se verán obligados, desde el 1 de enero de 2002, a abonar las cotizaciones de los trabajadores de entre 55 y 61 años.
Otros aumentos de costes
Las empresas tendrán que afrontar otros incrementos de costes no laborales. El más sonado, por las escamas que ha levantado entre los afectados, es el aumento del 4,8% en el sistema de módulos del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) y en el régimen especial del IVA.
Aunque esta subida de impuestos tiene también excepciones, como es el caso de los agricultores, a los que no se actualizan los módulos, y para las actividades ganaderas afectadas por las crisis sectoriales. En estos últimos casos, los módulos no sólo no se actualizan, sino que se reducen. Para el transporte, sin embargo, los módulos no se incrementan en 2002, y cualquier incremento del precio medio del gasóleo durante este ejercicio implicará una reducción del rendimiento neto determinado por la aplicación de los módulos.
Las compañías españolas también verán incrementado su recibo de la luz. El Ministerio de Economía ha decidido incrementar un 1% la tarifa eléctrica de uso industrial, si bien ha congelado la de uso doméstico.