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Madrid y Vitoria intentan romper el bloqueo del Concierto vasco

La reunión de ayer entre las Administraciones de Madrid y Vitoria fue el último intento de este año para desbloquear el conflicto político que impide la renovación del Concierto Económico, cuya vigencia termina el próximo 31 de diciembre, aunque tiene de prórroga el próximo ejercicio.

La tarde de ayer concluyó sin la foto de consenso entre ambas partes, que acudieron a la reunión conscientes de la dificultad de llegar a un acuerdo, después de que las diferencias políticas de los últimos meses entre Madrid y Vitoria abrieran una brecha difícil de salvar. En cualquier caso, las partes se comprometieron a seguir negociando a partir de las 16.00 horas de hoy.

Tras la reunión, el secretario general de Política Fiscal, Territorial y Comunitaria, Antonio Beteta, subrayó que continúan las diferencias en "media docena" de cuestiones de carácter político y reconoció que los desencuentros se mantienen en los mismos asuntos que el pasado 29 de noviembre.

El encuentro, que se prolongó por espacio de más de cinco horas, intentó escenificar el desbloqueo entre las Administraciones de Madrid y Vitoria. Si ambos Gobiernos mantenían unas relaciones tensas desde la precampaña de las últimas elecciones autonómicas en Euskadi, celebradas el pasado 13 de mayo, la prórroga del Concierto Económico había agudizado esas diferencias. Incluso con declaraciones enfrentadas entre el presidente José María Aznar y el lehendakari Juan José Ibarretxe.

Así que ambas partes reunieron ayer en la sede del Ministerio de Hacienda, en un encuentro iniciado a las cinco de la tarde, a representantes con el máximo poder decisorio. Por el lado de los anfitriones, el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, y por parte vasca la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, y los diputados generales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Los entes forales, el primero de los citados controlado por el PP y los otros dos por el PNV, son los que tienen en Euskadi la capacidad recaudatoria, lo que les convierte en auténticos ministerios de Hacienda. Por este motivo, el equipo de Montoro advirtió que está estudiando iniciar una negociación con las diputaciones para dejar de lado al Gobierno vasco e incluso llegar a un acuerdo por separado con Álava.

Guipúzcoa y Vizcaya rechazaron esta posibilidad, y desde Álava se reiteraba ayer, antes de entrar a la reunión, que no era su intención la de desmarcarse de "la parte vasca". Aunque desde el ente que representa el diputado general Ramón Rabanera se "comprendía" la actitud de Montoro, "en su intento de buscar alternativas, por la cerrazón del Gobierno vasco y del PNV".

La última en 2001

Antes de sentarse a negociar, Montoro volvió a lanzar el mensaje de que el Gobierno abriría "nuevos escenarios, encaminados a renovar el Concierto Económico", cuya vigencia termina dentro de cuatro días, el próximo 31 de diciembre. Para evitar el vacío legal, el Consejo de Ministros ya ha aprobado su prórroga durante el próximo año, lo que puede llevar a alargar los contactos durante todo 2002.

De todas formas, la reunión de ayer se había planteado como la última oportunidad de acuerdo antes de fin de año y del Consejo de Ministros de hoy.

La diferencia de mayor contenido político hace referencia a la pretensión de Euskadi de contar con un representante directo ante la Unión Europea, mientras que Madrid se opone por considerar que rompe el equilibrio entre las autonomías.

El segundo desencuentro en nivel de importancia tiene que ver con la cuantía del Cupo, que es el dinero que Euskadi paga al Estado por los servicios que éste realiza en la comunidad autónoma (puertos, aeropuertos, etcétera).

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