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La caída de tensión en la red provoca un apagón en Barcelona

Una caída general de la tensión eléctrica en la red de Fecsa-Endesa poco antes de las siete de la tarde en Barcelona dejó prácticamente toda la ciudad sin luz. El apagón duró casi una hora y redujo sus efectos por la decisión de los grandes comercios de cerrar sus puertas.

La discusión que mantienen desde hace unas semanas la Generalitat de Cataluña y Endesa sobre la calidad del suministro eléctrico tuvo ayer un final inesperado. Poco antes de las siete de la tarde, la hora de máximo consumo, la ciudad de Barcelona se vio afectada de norte a sur por una caída de tensión que dejó sin luz amplias zonas de la ciudad y las poblaciones de Calldetenes, Manresa, Vic, Terrassa y Vilassar de Mar, entre otras, según los datos que ha facilitado la compañía eléctrica Fecsa-Endesa, que cifra en 200.000 los abonados perjudicados por el apagón.

Instituciones como el Ayuntamiento, la Generalitat, la Jefatura de Policía y la Guardia Urbana se quedaron sin luz a causa del apagón, por lo que tuvieron que recurrir al uso de grupos electrógenos.

El corte de luz ha dado al traste con los semáforos, por lo que el tráfico en los cruces más conflictivos de la ciudad lo regulaban agentes de la guardia urbana y en el resto los conductores debían respetar la preferencia de paso.

El aeropuerto de El Prat y los trenes prestaron servicio con normalidad, a pesar de algunos problemas aislados, mientras que en el metro sólo ha habido problemas en algunas líneas, que han estado paradas durante más de 10 minutos. Incluso algunas de las emisoras de Catalunya Radio dejaron de emitir durante unos 15 minutos.

Fecsa-Endesa, cuya centralita estaba colapsada, informaba a través de una cinta grabada que el apagón se debía a un fallo en la red de distribución, mientras los bomberos señalaban que no podían ponerse en contacto con la compañía.

Curiosamente Fecsa-Endesa había facilitado en la mañana de ayer una nota de prensa en la que señalaba que estaba "preparada para la ola de frío siberiano en Cataluña". En este comunicado, la compañía indicaba que había activado un plan de emergencia para afrontar el incremento de la demanda energética y que había reforzado los recursos humanos, técnicos y materiales.

Fuentes del departamento de Industria de la Generalitat señalaron que la situación había sido provocada por la intensa ola de frío, que ha elevado el consumo de calefacción y, consecuentemente, de electricidad, y anunciaron la apertura de un expediente a la compañía eléctrica.

La luz volvió a la ciudad en 45 minutos, pero puso de manifiesto la saturación de la red en determinadas circunstancias. Fuentes de la compañía señalaban que la causa del apagón había sido un fallo en una subestación de la localidad de Rubí que afectó a la estación transformadora de Beges y que repercutió en 40 subestaciones.

El Gobierno catalán ha aprobado recientemente varios decretos para multar a las compañías eléctricas que no cumplan con unos mínimos de calidad en el servicio. Según la nueva normativa, las eléctricas podrán ser multadas hasta con 500 millones de pesetas. Precisamente, el pasado jueves, el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, aprovechó la inauguración de una nueva planta de ciclo combinado en Barcelona para exigir a la Generalitat compensaciones para dar cumplimiento a la nueva normativa en materia de inversiones para la red de distribución.

Aviso de las eléctricas

Los directivos de las eléctricas vienen anunciado desde hace meses que las inversiones en el sector y, como consecuencia, la garantía del suministro están en peligro en caso de que el Ejecutivo no se cambie la política tarifaria. En esa línea han coincidido en sus declaraciones a lo largo del año sus presidentes, en su intento de asegurarse lo que consideran un deterioro de la rentabilidad del sector. Por su parte, el recién nombrado presidente de Fenosa, Victoriano Reinoso, señaló el pasado 29 de noviembre que el sistema eléctrico está al límite de su capacidad y que ésa es al causa de la subidas en los precios del pool (mercado de generación), ya que es preciso recurrir a centrales de fuel, que tienen un elevado coste en combustibles.

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE), Javier Penacho, manifestó el 3 de diciembre que la gran industria está preocupada por la capacidad del sector eléctrico para garantizar el abastecimiento. En noviembre se ha registrado una cifra récord en la interrupción del consumo a las empresas que se acogen a esa modalidad de tarifa, pero que si se sigue generalizando puede tener una significativa repercusión en sus políticas de producción.

Según los expertos, los problemas de suministro pueden surgir no sólo por la capacidad de generación eléctrica, sino también por las menores inversiones que se han realizado en los últimos años en distribución, así como por posibles cuellos de botella que se producen en el transporte de alta tensión.

 

Un largo rosario de apagones en puntas de consumo

Según las previsiones de la Generalitat, Cataluña podría enfrentarse a apagones similares al que se produjo ayer en Barcelona en el año 2010 si Endesa no realiza fuertes inversiones en su red de distribución eléctrica. Sin embargo, sólo una avería en una estación transformadora ha sido suficiente para que el gran apagón anunciado se haya adelantado ocho años. Sin embargo, durante los pasados veranos ya se ha puesto de manifiesto la precariedad de la red. La afluencia de turistas a la Costa Brava o las tormentas veraniegas son motivos para provocar cortes de luz notables.

Durante la pasada temporada vacacional, Fecsa- Endesa debió recurrir a equipos electrógenos ubicados en grandes camiones para cubrir las puntas de consumo de los hoteles y restaurantes de la Costa Brava.

La Administración catalana también se queja de la escasa conexión con que cuenta la red de distribución eléctrica con la red francesa, lo que permitiría ofrecer mayores garantías a los consumidores. Precisamente el pasado jueves, Jordi Pujol sugirió la construcción de un túnel transpirenaico paralelo al del AVE para ubicar una línea de alta tensión conectada a la red francesa.

Ayer los comerciantes catalanes, que se vieron obligados a cerrar anticipadamente sus tiendas en plena campaña navideña, se unieron a las quejas de los empresarios por los denominados microcortes, que afectan a la maquinaria de precisión y a los hoteleros de la Costa Brava. En su opinión, "la situación es tercermundista".

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