Nueve Estados exigen a Microsoft un Windows más sencillo y barato
Los fiscales generales de los nueve Estados que no se sumaron al acuerdo amistoso de Microsoft y el Gobierno federal aumentaron ayer la presión sobre la compañía de Gates en la demanda que aún mantienen por monopolio.
Los nueve Estados, entre los que se encuentran California y Florida, reclamaron a la jueza Colleen Kollar-Kotelli una serie de medidas para restaurar la libre competencia en el mercado de programas informáticos.
Entre las medidas que piden los fiscales destacan la de obligar a Microsoft a vender una versión aligerada y más barata de su sistema operativo Windows, para que los fabricantes de ordenadores elijan implantar ésta o la que va con muchas aplicaciones.
Además exigen que el software Office sea compatible con otras plataformas y la apertura absoluta de su navegador de Internet Explorer.
Microsoft criticó estas medidas, a las que calificó de "extremas" y de no ser proporcionadas a lo queda pendiente del caso. La compañía insistió en que mantiene el compromiso alcanzado con otros nueve Estados por ser "bueno para el cliente y la economía".
Será ahora un juez federal el que decida si los acuedos firmados por la Administración Bush y los Estados que se sumaron son los válidos, o por el contrario es necesario adoptar las propuestas de los Estados disidentes.
De momento, la jueza ha establecido el mes de marzo como el inicio de las audiencias a las partes para que expongan tanto las propuestas del acuerdo como las de los Estados disidentes.