Rato no descarta que la rebaja de impuestos se aplace a 2004
El Programa de Estabilidad 2001-2005, que ayer aprobó el Consejo de Ministros y que el lunes será remitido a la Comisión Europea, prevé un escenario de crecimiento moderado, con una tasa de variación del PIB que se ha fijado en el 2,4%.
Pero el Gobierno no descarta una desaceleración más profunda, lo que repercutiría negativamente en la actividad nacional y reduciría la tasa de crecimiento al 1,8%. Rato facilitó ayer este escenario y uno mucho más optimista, que permitiría repetir en 2002 el crecimiento del 3% fijado para este año. Todos ellos posibilitarían, a juicio del Ejecutivo, reducir el volumen de la deuda pública.
Según el Gobierno, sólo en el caso de que la actividad se ralentizara en exceso, afloraría un déficit del 0,3% en el conjunto de las Administraciones. La estabilidad presupuestaria se repite en el resto de los contextos macro.
Durante su comparecencia, Rato evitó referirse a la evolución de los ingresos este año y el que viene. Sólo al final de la rueda de prensa anunció que "la presión fiscal se recortaría en 2003 y 2004".
Más tarde, y ante la insistencia de los periodistas, el ministro reconoció que "si la economía se desacelera, los ingresos bajan", para, a renglón seguido, afirmar sin más explicaciones que "por ahora, los ingresos siguen manteniendo la misma elasticidad de siempre".
El vicepresidente del Gobierno no descartó una rebaja del IRPF y la desaparición del impuesto de actividades económicas (IAE), pero no precisó si sería en 2003 o 2004. Para esos años fijó la presión fiscal en el 0,2% y en el 0,3% del PIB, respectivamente.