El comercio que acepte tarjetas dudosas puede ser acusado de estafa

La Fiscalía de Granada ha solicitado la imputación de los representantes de tres comercios de la ciudad que aceptaron como pago una tarjeta de crédito de dudosa procedencia y que, como comprobó luego la policía, había sido robada a su titular, junto a su carné de identidad.

El ministerio público ha pedido la imputación de los tres comerciantes como cooperadores necesarios en un delito de estafa, una acción castigada con igual pena que los autores del delito. La iniciativa se fundamenta en que no es posible consumar la estafa sin que los puntos de venta acepten las tarjetas de crédito sin cerciorarse de su titularidad o que tramiten la operación a pesar de tener sospechas sobre su ilícita procedencia.

Según el fiscal del caso, la falta de celo de los comercios o a su afán de lucro permiten, de un lado, que el poseedor de la tarjeta robada consuma la estafa y que la víctima de la sustracción resulte perjudicada por la tramitación de la operación.

La proliferación de operaciones de compra con tarjetas robadas ha movido al ministerio público andaluz a incluir esta cuestión en la Junta de Fiscales de diciembre, en la que, según consta en el orden del día, se debatirá un Informe sobre el pago con tarjetas crediticias en centros comerciales en supuestas estafas.

Los fiscales analizarán también la cobertura aseguradora que las entidades bancarias o agencias de crédito dispensan a los clientes en caso de dar curso a operaciones con tarjetas robadas.