La policía gala detiene a tres presuntos miembros de ETA cerca de Toulouse
La policía francesa detuvo en la madrugada de ayer a ochenta kilómetros de Toulouse a tres presuntos etarras, integrantes de un comando que se preparaba para entrar en España. Los detenidos son Nerea Garaizabal, Aitor Cortazar e Iñaki Lizundia. Este último, que resultó herido por un gendarme, fue concejal de Herri Batasuna en la localidad vizcaína de Ortuella.
Los agentes observaron que un Renault Clio con matrícula francesa se saltó un control de carretera y tuvo un accidente. Los tres ocupantes salieron del vehículo, y dos de ellos, conmocionados por el choque, se quedaron junto a él sin oponer resistencia. Iñaki Lizundia intentó huir. El perro que acompañaba a los gendarmes saltó sobre él y el etarra realizó varios disparos. Entonces uno de los agentes respondió con su pistola y le alcanzó en un brazo.
En principio, el presunto etarra logró huir pero dos horas más tarde fue localizado en un poblado gitano. Los agentes encontraron en el coche accidentado material para robar vehículos y placas falsas de matrícula. Los tres detenidos estaban armados con pistolas del calibre 9 mm parabellum, las que utiliza habitualmente ETA. También llevaban un millón de pesetas en francos.
La identificación de Lizundia fue inmediata. Había sido concejal de HB en la localidad vizcaína de Ortuella y fue condenado a un año y seis meses de prisión menor por la paliza propinada al ertzaina Ander Susaeta en agosto de 1993, en plenas fiestas de Bilbao.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió ayer que "se tome nota una vez más de que uno de los detenidos ha sido también concejal de HB". "Creo que existen pocas dudas de qué es Batasuna y de lo que es la expresión de Batasuna como uno de los miembros de una organización terrorista", dijo el presidente.
El de ayer es el tercer enfrentamiento que se produce en suelo francés, en los dos últimos meses, entre miembros de ETA y la gendarmería gala.