La industria cultural perdió ingresos de 130.000 millones por ventas piratas
Empresas y representantes del sector de la cultura (música, editoriales, cine, medios audiovisuales, fabricantes de software y videojuegos) se han unido por primera vez para luchar contra la piratería. Este colectivo, que calcula en 130.000 millones de pesetas (781,32 millones de euros) el fraude por copias ilegales, ha pedido al Gobierno medidas urgentes para atajar el problema.
Las ventas de copias ilegales de discos, vídeos, libros, videojuegos, productos informáticos y emisiones no autorizadas de programas audiovisuales supusieron el año pasado un fraude de unos 130.000 millones de pesetas (781,32 millones de euros), según anunció ayer la Mesa Antipiratería, constituida por empresas y agentes representativos de la industria de la cultura y el ocio.
æpermil;sta es la primera vez que el sector se une para adoptar una postura común y pedir al Gobierno que tome medidas urgentes para luchar contra la venta ilegal. "Hay insuficiencia de medios, se necesitan más recursos para atajar un problema que nos afecta a todos, a las empresas que invierten legalmente su dinero, a sus trabajadores y a los creadores cuyos ingresos dependen de la venta legal", señaló en rueda de prensa el actor y productor Juan Luis Galiardo.
La Mesa Antipiratería, cuyos representantes se han reunido ya con el secretario de Estado de Justicia y tienen pendiente una cita con el ministro, reclaman una actuación urgente de las Fuerzas de Seguridad del Estado, la modificación de las leyes actuales en materia de derechos de propiedad intelectual y la puesta en marcha de un plan de concienciación de la opinión pública.
Según los portavoces de la citada plataforma, "esta actividad ilegal está en manos de redes de delincuencia organizada que cometen delitos de robo a la propiedad, a los bienes y a las obras de creación intelectual. La piratería de bienes, derechos y productos culturales provoca la destrucción de puestos de trabajo, así como el cierre de tiendas y fábricas, afectando principalmente a los eslabones más débiles de la cadena: los trabajadores no cualificados y aquellos que están desempeñando su primer empleo".
Además de habilitar un número de teléfono en el que se pueden realizar de forma anónima denuncias por copia ilegal, la Mesa Antipiratería también quiere aprovechar la presidencia española de la Unión Europea para llevar a cabo una serie de acciones contra estas prácticas, como la celebración de un congreso internacional la próxima primavera, la elaboración de un estudio pormenorizado y comparativo entre los diferentes países europeos y la creación de un comité de expertos jurídicos.
Según los representantes de la plataforma, al año se venden 62 millones de discos legales y más de 12 millones ilegales, aunque esta cifra va en aumento y ocasiona pérdidas millonarias.
En el caso de las editoriales el problema es también grave, aunque su incidencia es mayor en los países de América Latina (en algunos casos llega al 60% de las ventas totales), donde muchas empresas españolas tienen una presencia relevante. En este sentido, se intentará que el problema de la copia ilegal tenga repercusión no sólo en la UE, sino también en América.
En la Mesa Antipiratería agrupa a todas las entidades de gestión de derechos de autor, a las grandes superficies, editoriales, librerías, productores audiovisuales, autores, artistas, etc.