Pizarro prevé un año complicado para las cajas y pide más control del gasto y el riesgo
El presidente de Ibercaja, Manuel Pizarro, presidente también de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), vaticinó ayer un 2002 complicado para las cajas de ahorros.
En su discurso ante la asamblea ordinaria de la entidad, Pizarro afirmó que el próximo año "no será todavía un ejercicio de recuperación de la rentabilidad", por lo que insistió en que el camino que deben seguir las entidades de ahorro es el de "la defensa de los márgenes, la vigilancia del riesgo y la racionalización de costes".
No obstante, Pizarro vaticinó una mejora del entorno económico mundial para el 2002, porque "ya hay signos que apuntan a que la economía estadounidense puede iniciar un lento, pero irreversible, camino hacia el crecimiento".
En cuanto al impacto en el sector, el director general de Ibercaja, Amador Franco, destacó la reducción de los márgenes financieros por los descensos de los tipos de interés, la incidencia de la volatilidad de los mercados de valores, gastos por encima de la inflación y las mayores exigencias de dotaciones como los factores que están condicionando la evolución de la cuenta de resultados de muchas entidades de ahorro.
De hecho, pese a la buena evolución del negocio ordinario, la entidad aragonesa está sufriendo en su cuenta de resultados la incidencia de alguno de estos factores.
Hasta el mes de octubre mantuvo un crecimiento del margen financiero del 20%, hasta 54.452 millones de pesetas. El beneficio consolidado después de impuestos alcanzó 17.587 millones de pesetas, con un crecimiento del 4,55%.
Franco explicó que la caja ha mantenido durante este año su plan de expansión, con nuevas aperturas de sucursales en León, Gijón, Palencia y Cuenca, con lo que concluye su implantación en todo el territorio nacional.
La prioridad para el año que viene es "elevar la productividad mediante el crecimiento y las mejoras de eficiencia, así como a través de la orientación a la oferta de productos y servicios de mayor valor añadido". Para mejorar la eficiencia la caja se plantea una reestructuración de su red de oficinas, sobre todo las de zonas rurales.
Las fusiones, por el momento, están fuera de los planes de la entidad, según Pizarro, para quien "la diversidad es positiva".