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Xfera omite el plan de viabilidad en el expediente de regulación de empleo

Xfera todavía no tiene claro cuál va a ser su proyecto de futuro. El expediente de regulación de empleo, con el que espera reducir el 73% de la plantilla, no especifica un plan de viabilidad y las informaciones que el consejero delegado de la compañía, Antonio Cantón, ofrece a los directivos pasan necesariamente por cambios en la regulación. Para su supervivencia, Xfera quiere llegar a nuevos acuerdos de itinerancia con la intención de dar GSM, y para la tercera generación necesita compartir las redes.

Xfera tiene muy presentes las causas que han motivado la crisis en la que está inmersa. La situación actual del mercado de las telecomunicaciones, el retraso de la tecnología UMTS y la imposibilidad de encontrar una vía de solución con el Gobierno son los principales responsables. Lo que todavía está por escribir son sus previsiones para salir de ella.

En el expediente de regulación de empleo presentado el pasado día 13 ante el Ministerio de Trabajo no consta el requerido plan de futuro, que, según la legislación, debería recoger las expectativas de repercusión del recorte de puestos de trabajo en cuanto a la viabilidad futura de la empresa.

La única alusión a la necesidad de despedir al 73% de la plantilla se recoge en el denominado plan de acompañamiento, donde Xfera asegura que el expediente "es el único medio de asegurar su capacidad para crear nuevamente empleo en un futuro próximo".

La operadora afirma que la actual estructura de costes de la empresa supone unos gastos mensuales de 11,4 millones de euros (1.898 millones de pesetas), "una losa económica y financiera que pondría en riesgo el proyecto". Sin embargo, omite la información económica referida al año 2001 y se limita a explicar que las pérdidas acumuladas hasta septiembre ascienden a 674 millones de pesetas.

Esta falta de información ha sembrado el desconcierto entre los trabajadores de la compañía, de forma que la exigencia de un plan de viabilidad se ha convertido en una de sus principales reclamaciones.

Fuentes oficiales de Xfera aseguran que los empleados tendrán entre hoy y mañana un documento pormenorizado con la información. Sin embargo, los representantes de los trabajadores sospechan que la falta de explicaciones se debe a que todas las expectativas se centran en cambios en la regulación e hipótesis.

Según fuentes cercanas a la compañía, Antonio Cantón ha comunicado a sus directivos que la supervivencia de Xfera pasa por dos líneas básicas de actuación. La primera de ellas es la renegociación del acuerdo de itinerancia (roaming) con Vodafone o la firma de uno nuevo con Telefónica Móviles o Amena, con el objetivo de mejorar las condiciones económicas. Si el pacto es lo suficientemente ventajoso, el cuarto operador de móvil se plantearía salir al mercado en el verano de 2002, con tecnología de segunda generación y utilizando la red de alguno de sus rivales.

La segunda aspiración de Xfera se centra en el UMTS. Su intención es desplegar red sólo en Madrid y Barcelona, y cubrir el resto de España gracias a acuerdos para compartir redes.

Oposición de los empleados

Los trabajadores piden un plan de viabilidad que se base en hechos y no en hipótesis o condicionantes. Y, en cualquier caso, exigen la retirada del expediente de regulación, en caso de que las circunstancias del entorno impidan determinar con claridad el futuro de la empresa.

La plantilla de Xfera se ha opuesto desde el principio al expediente de regulación. La salida del 73% de los empleados, argumentan, haría imposible la descongelación de la compañía cuando la tercera generación sea una realidad o cuando cambie la normativa, ya que con 156 trabajadores sería muy difícil estar preparados.

Otro punto de sus reivindicaciones se basa en que Xfera plantea la extinción de la relación laboral en el expediente de regulación, cuando la legislación permite apelar a la suspensión temporal de empleo. El documento entregado en el Ministerio de Trabajo alude explícitamente a que los trabajadores podrán retornar a la compañía, "si así lo desean", una cláusula que se considera más una declaración de intenciones que un compromiso, puesto que no tendría validez legal una vez extinguida la relación laboral.

El temor de los trabajadores es que las iniciativas que se está planteando Xfera tengan repercusiones más allá de lo esperado. La regulación de empleo y la perspectiva de desplegar red sólo en Madrid y Barcelona suponen la vulneración de dos compromisos asumidos y avalados en el concurso de concesión.

Xfera se comprometió a tener 799 empleados el 1 de agosto de 2001, una promesa que, al igual que la tecnología, se ha retrasado hasta junio de 2002. El recorte de empleo planteado ahora hace imposible cumplir este objetivo. La pretensión del operador participado por ACS y FCC-Vivendi de desplegar red sólo en Madrid y Barcelona también implicará el incumplimiento de otro compromiso, el de inversión.

Ambas promesas están avaladas ante el Ministerio de Ciencia y Tecnología y los trabajadores piden que, antes de tomar cualquier decisión, este departamento concrete si tiene intención o no de ejecutar los avales.

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