Eso ha creado distorsiones y ha hecho, en la práctica, imposible cumplir con la renovación que marca la ley. La idea es que ésta se haga de acuerdo con unos estatutos internos que aprobará el Ministerio de Economía, a propuesta de la CECA.
Los problemas se vienen generando, sobre todo, en la limitación de mandatos, ya que es difícil proceder a una renovación de los consejeros cuando siempre figurarán los mismos presidentes durante el plazo que estén en su caja. Si se aplicara estrictamente en la CECA la limitación de ocho años que marca la Lorca, se daría el caso de que presidentes con más de ocho años en la caja tendrían que salir de la CECA, dejando a su entidad sin representación.