La Reserva Federal de EE UU prevé un mayor deterioro de la actividad
La campaña navideña no supondrá un punto de inflexión en la actual coyuntura económica de Estados Unidos. La Reserva Federal considera que existen muchas señales de mayor deterioro de la actividad en los próximos meses, dada la caída de la producción, el aumento de los despidos y la debilidad del consumo. Los precios se ven amenazados por la subida de los seguros.
Según recoge la Reserva Federal en su Libro Beige, la actividad de EE UU siguió debilitándose en octubre y la primera quincena de noviembre y la mayoría de los distritos "muestran evidencias de un deterioro adicional minimizando las señales de recuperación".
La desaceleración es prácticamente generalizada. Caídas en la producción industrial, los nuevos pedidos, aumento de los despidos, debilidad del sector turístico, escaso apetito comprador de los estadounidenses y reducida demanda inmobiliaria.
Las únicas mejoras que se registran se producen gracias a los fuertes descuentos que están aplicando los comerciantes ante la caída de las ventas.
Es lo que ha sucedido con el sector del automóvil, que ha registrado un fuerte repunte (logró aumentar las ventas en octubre un 7,9%) ante los atractivos incentivos ofrecidos por los concesionarios. Pero éstos temen una fuerte caída de las ventas una vez que las facilidades de financiación a tipo cero lleguen a su fin. En general, los ciudadanos están aprovechando las gangas y sólo los sectores que ofrecen descuentos registran un aumento de las ventas.
El sector industrial, que hasta ahora encabezaba la desaceleración, ha seguido debilitándose y los planes de inversión, base de futuros crecimientos, se están postergando. Pese a la agresiva rebaja de tipos emprendida por la Reserva Federal, los bancos están endureciendo las condiciones de crédito, lo que contrae las peticiones de préstamos para inversiones empresariales.
Por el contrario, los estadounidenses aprovechan el bajo coste del dinero para adquirir viviendas y como tal lo registran las solicitudes de hipotecas.
La Casa Blanca utiliza todos estos argumentos para presionar al Congreso y lograr la aprobación del plan de estímulo económico antes de Navidad. Las diferencias sobre el incremento de gasto entre republicanos y demócratas han paralizado el plan desde principios de mes en el Senado.
Los demócratas, que detentan la mayoría en esta Cámara, lanzaron ayer una oferta que reduce a la mitad su petición de incremento de gasto (de 17.100 millones de euros a 8.550 millones) con el fin de aumentar la seguridad del transporte, el correo y las centrales nucleares.
Déficit hasta 2005
Los republicanos también están suavizando sus posiciones para intentar llegar a un acuerdo. El grupo del Senado ha propuesto eximir del pago de cotizaciones sociales a empresas y asalariados durante un mes, una propuesta más fácil de asumir por los demócratas que los cheques de efectivo que proponían enviar directamente a las familias.
Todo ello producirá un fuerte deterioro de las cuentas públicas, tras cuatro años de superávit fiscal. La Casa Blanca reconoció ayer que EE UU puede registrar este año un déficit presupuestario y que "es improbable que volvamos a equilibrar nuestras cuentas antes del año fiscal 2005", según señaló un portavoz.