Chávez se enfrenta a la sociedad con su visión estatal de la economía
Venezuela es una revuelta. La política populista del presidente de la República, Hugo Chávez, agota a la sociedad. El índice de aprobación de la gestión ha caído en noviembre al nivel más bajo (49%) desde que Chávez dirige el país. La actuación del presidente ante la crisis económica ha unido en su contra a empresarios y trabajadores.
La espoleta de las movilizaciones de la semana pasada es la llamada Ley Habilitante. Una ley de carácter extraordinario que permitió que el Ejecutivo aprobara leyes sin necesidad de ser refrendadas por el Parlamento. La norma expiró el 15 de noviembre, pero Chávez aprovechó para aprobar de golpe 49 leyes dos días antes de que concluyese el plazo.
La Habilitante contemplaba un plazo de 10 días para consultas a los diputados y los sectores sociales afectados, pero Chávez ha ignorado el plazo. "Las leyes han sido aprobadas con clandestinidad, son inconstitucionales", opina el presidente de Consecomercio, la federación del sector servicios, Julio Brazón.
Los empresarios critican la Ley de Tierras, que permite expropiación de los terrenos privados, y la Ley de Hidrocarburos, destinada, según la patronal, a garantizar el control público del negocio petrolero. El petróleo representa el 27% del PIB del país, según los analistas, y el 20% de los ingresos internos y el 60% de los ingresos externos, según el ministro de Energía, Álvaro Silva.
El Banco Central de Venezuela ha informado que el PIB creció un 2,8% en el tercer trimestre del año, con una contracción del 1,1% en el sector petrolero y una reactivación del 3,9% en el resto de sectores económicos.
Desde Consecomercio se rechazan esas estimaciones. "La evidencia es de decrecimiento", comenta un portavoz. "La percepción de Consecomercio no es errónea, la crisis del petróleo hace improbable esperar crecimiento a corto plazo", afirma Mauricio Nebey, analista de la casa de Bolsa Multiplicas.
Chávez llama al diálogo, pero señala que no hay vuelta atrás en las leyes. La protesta social tendrá su culminación el 10 de diciembre, con una huelga que apunta hacia el éxito: los empresarios se han comprometido a pagar el sueldo de los empleados.
Iberoamérica: unidad frente a la crisis
Los dirigentes latinoamericanos apuestan por acudir con una sola voz a las próximas citas internacionales para la reforma del sistema financiero mundial y la cooperación al desarrollo, con el fin de ganar peso en sus reivindicaciones y poner así fin a la crisis. æpermil;sa fue una de las principales conclusiones de la IX Cumbre Iberoamericana, que concluyó el pasado sábado en Lima.
En marzo se celebrará en Monterrey (México) la Conferencia de Naciones Unidas sobre financiación para el desarrollo, en la que los países de la región quieren reclamar cambios en la estructura financiera de ayudas al desarrollo que, en estos momentos, da prioridad a los países subsaharianos. Asimismo, denuncian el lastre que supone su abultada deuda externa y la dificultad de acceso a los mercados de países desarrollados. Según el Banco Mundial, sus productos soportan un 50% más de aranceles que otros países en desarrollo.