La CE previene a Italia contra las ayudas a su compañía de bandera
La CE ha advertido al Gobierno italiano que el plan de salvación que ha diseñado para Alitalia debe ajustarse a la estricta normativa vigente sobre ayudas de Estado. El Ejecutivo comunitario acaba de prohibir buena parte de las subvenciones solicitadas por el sector tras los ataques terroristas del 11 de septiembre. El plan de Alitalia reclama una ayuda pública de 380 millones de euros y además prevé la captación de entre 1.200 y 1.400 millones de euros en el mercado. Asimismo, el Ejecutivo italiano considera indispensable la entrada de un socio privado en el capital de Alitalia.
La Comisión Europea examinará si la anunciada ayuda del Gobierno italiano a Alitalia, incluida dentro de su último plan de salvación, cumple con la normativa sobre subsidios del Ejecutivo comunitario, según anunció ayer el portavoz del Departamento de Transportes comunitario, Gilles Gantelet.
Alitalia acaba de reclamar al Gobierno italiano una ayuda de 380 millones de euros para hacer frente a su plan de reestructuración. Al mismo tiempo, prepara la captación en el mercado de capitales de entre 1.200 y 1.400 millones de euros con el fin de que la aerolínea vuelva a ser rentable en 2003. El plan de salvación establece también el despido de 3.400 trabajadores, el 14% de su plantilla.
Alitalia ya recibió ayudas de Estado en 1997, las cuales fueron ratificadas este mismo año, según añadió Gantelet. "La regla que establece el criterio de una vez, la última vez sigue plenamente vigente. Cualquier plan debe ir acompañado de un programa de reestructuración", añadió el portavoz.
Mientras Bruselas lanzaba esta advertencia, el Gobierno de Silvio Berlusconi continuaba ayer barajando fórmulas para completar el plan de emergencia diseñado por la aerolínea. Entre ellas, se incluye el cierre, la refundación con un tamaño menor o la venta a un socio privado.
Esta última opción es respaldada por el Ministerio de Industria transalpino. La entrada de un socio privado en el capital de Alitalia es "necesaria e indispensable" para el futuro de la compañía, según el viceministro del ramo, Adolfo Urso.
El alto cargo de Industria dijo, asimismo, que "la entrada de accionistas privados en el accionariado de la aerolínea es totalmente indispensable, por lo que se requiere crear las condiciones necesarias para que esto ocurra".
La compañía no ha alcanzado sus objetivos para este año, ni tampoco se ha enfrentado a su competencia, señaló el ministro, quien agregó que Alitalia batirá un récord en cuando a pérdidas en 2001. Alitalia emitirá obligaciones convertibles en el primer semestre de 2002 por un montante de entre 199.663 y 232.940 millones de pesetas (entre 1.200 y 1.400 millones de euros). Su ejecución reducirá el actual porcentaje del 53% que controla el Estado a una cantidad significativamente inferior situada entre el 18% y el 23%, según informó el diario italiano Il Sole 24 Ore un día después de que la sociedad anunciara su plan de salvamento.
Este plan prevé captar en los mercados financieros un montante de entre 199.663 y 232.940 millones de peseteas (entre 1.200 y 1.400 millones de euros) en el primer semestre de 2002 bajo una fórmula todavía no definida.
Rechazo a Air France
En el mismo periódico, el ministro de Industria, Antonio Marzano, se mostró reticente a la entrada de Air France en el capital de Alitalia, pero a favor de una apertura del capital a los inversores privados italianos.
En el marco de la alianza comercial firmada entre Air France y Alitalia el pasado mes de julio, se estableció la posibilidad de realizar una participación cruzada del orden de entre un 2% y un 3%. De momento, los acuerdos de coordinación y comercialización entre ambas empresas ya están vigentes.
Uno de los inversores privados interesados en Alitalia, el presidente de la compañía regional italiana Alpi Eagels, Paolo Sinigaglia, retiró ayer su oferta de adquirir el 30% del capital, tras afirmar que había entrado en un consorcio dispuesto a invertir entre 99.832 y 116.477 millones de pesetas (entre 600 y 700 millones de euros).
La crisis de la aerolínea, por el contrario, podría desempolvar un viejo plan que afecta a las tres principales empresas aéreas del sur de Europa, Alitalia, Air France e Iberia. Animadas por la iniciativa de la francesa, estas compañías han coqueteado con la idea de formar un gran grupo aéreo que controlara el tráfico de la zona y además de las zonas de influencia de cada una de ellas en Latinoamérica, África y Próximo Oriente.
Por otra parte, el empresario belga Freddy Van Gaever dio a conocer ayer los planes para la creación, aparte de la que se va a formar a partir de DAT (Delta Air Transport), de una nueva aerolínea belga que contratará a personal de la desaparecida Sabena.
Las aerolíneas holandesas recibirán 3.700 millones de pesetas
El Gobierno holandés anunció ayer que facilitará 3.700 millones de pesetas, 22 millones de euros, a las aerolíneas locales para ayudarlas a mitigar el impacto sufrido por los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Poco antes de este anuncio del Gobierno, la aerolínea de bandera del país, KLM, comunicaba oficialmente que los costes directos que ha asumido por esos ataques ascienden a 52 millones de euros (8.652 millones de pesetas), el doble de la cantidad estimada inicialmente.
La aerolínea ya ha anunciado que los beneficios del segundo trimestre del ejercicio han caído el 60% y estima que cerrará el ejercicio, marcado por los recortes de capacidad y el incremento de los gastos, con fuertes pérdidas.
En cualquier caso, KLM prevé contar la próxima semana con la evaluación definitiva de los costes de los atentados. La desviación respecto a la evaluación anunciada en octubre se debe, según un portavoz de la firma holandesa, a que ahora se han incluido los gastos derivados de las nuevas y estrictas medidas de segunda, los de aseguramiento y los derivados de buscar acomodación alternativa en otros vuelos a los pasajeros afectados. Las acciones de la empresa subieron ayer el 3% en el mercado bursátil.
La semana pasada Lufthansa solicitó al Gobierno alemán una ayuda de 70 millones de euros por las pérdidas sufridas el 11 de setiembre y los cuatro días posteriores. Además, la aerolínea germana reclama otros 180 millones como compensación por la coyuntura del mes de septiembre.
Los ministros de Transporte de la Unión Europea acordaron en octubre limitar las compensaciones públicas que pueden recibir las aerolíneas a las pérdidas registradas en los cuatro días posteriores a los ataques terroristas, periodo en el que estuvo cerrado el espacio aéreo de Estados Unidos.