La Alianza interrumpe los ataques, pero EE UU sigue bombardeando Kunduz
La Alianza del Norte anunció ayer una interrupción en el asedio a la ciudad de Kunduz, último reducto de los talibanes en el norte, para acordar su rendición. El plazo concedido finaliza hoy por la tarde, cuando se retomarán los ataques si no se ha alcanzado ningún acuerdo.
A pesar de la tregua anunciada, los bombardeos de los B-52 estadounidenses continuaron cerca de Bangi, 30 kilómetros al este de Kunduz.
Un comandante de la Alianza informó que gracias a los ataques se habían hecho con el mando en tres pueblos cercanos a Kunduz y que cerca de 300 talibanes se habían rendido. Según este grupo, 15.000 talibanes están rodeados en esta ciudad, de los que unos 10.000 son voluntarios extranjeros vinculados a Osama Bin Laden, quienes, afirman las mismas fuentes, son los que impiden la rendición.
La ONU, que al igual que la Cruz Roja mostró su preocupación por la masacre que seguirá al asalto final a Kunduz, anunció que la reunión de líderes afganos prevista para celebrarse en Bonn el lunes se retrasa al martes.