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Los beneficios netos anuales de Codorníu caen un 66%

Codorníu anunció ayer que invertirá 1.056 millones de pesetas (6,34 millones de euros) en la construcción de una nueva bodega en Huesca. Con esta inversión, la empresa pone fin a su crecimiento durante tres o cuatro años "para consolidar" y recortar el alto endeudamiento. En el ejercicio 2000-2001, el grupo redujo su beneficio neto un 66%.

Una bodega más en Huesca y ya está. Codorníu destinará 1.056 millones de pesetas a construir su quinta bodega en cinco años y pondrá fin a la actual etapa de crecimiento. Según el director general de Codorníu, Jordi Raventós, "a partir de ahora hemos de digerir y consolidar durante tres o cuatro años". En el último año, el grupo ha incrementado "los créditos bancarios en 5.800 millones de pesetas", lo que ha elevado las deudas a corto plazo del grupo de 14.742 millones a 23.764 millones. A largo pla-zo, el balance consolidado refleja otros 10.101 millones.

El endeudamiento ha lastrado los beneficios del gru-po. Antes de impuestos, caye-ron un 30%, al pasar de 2.900 millones a 2.042 millones. Después de impuestos, el retroceso es del 66% y caen de 1.829 millones a 629 millones. Según Raventós, el resultado neto está afectado por la fiscalidad a la sobrevaloración de sus activos en Argentina.

Lo cierto es que Codorníu y las filiales españolas registraron resultados positivos, pero todas las filiales extranjeras han supuesto una sangría.

Las nuevas comerciales abiertas en Alemania, Reino Unido y Argentina perdieron 374 millones. Codorníu Napa (en EE UU), que facturó 1.293 millones de pesetas, registró un resultado negativo de 1.845 millones debido a ajustes del auditor.

La nueva bodega, denominada Nuviana, se ubicará en Bellver de Cinca (Huesca) y tendrá capacidad para seis millones de botellas. La bodega está colindante a la denominación de origen Somontano, pero elaborará vinos de la tierra del valle de Cinca. "Elaboraremos vinos de alta calidad para restauración, pero estamos cansados de las cortapisas que supone pertenecer a una denominación", aseguró Raventós. Desde 1997, el grupo ha comprado o construido bodegas en Rioja, Ribera del Duero, California y Huesca. "Hemos sentado las bases para recoger los frutos en tres o cuatro años", afirmó.

Hasta entonces, Codorníu pasará unos años duros. Para el ejercicio 2001-2002, el grupo prevé alcanzar unas ventas de 33.200 millones de pesetas (199,5 millones de euros), un 4,4% más que los 31.803 millones logrados el año pasado. Sin embargo, el beneficio antes de impuestos caerá de nuevo hasta 1.400 millones, un 31,4% menos, debido al aumento de gastos financieros.

El año pasado, Codorníu estancó sus ventas en 58,4 millones de botellas -un 75% de cava y un 25% de vino-. Las exportaciones supusieron una quinta parte de las ventas. Para incrementarlas, la empresa prevé hacer un esfuerzo publicitario en Alemania y Argentina. La compañía, que emplea a 1.012 personas, prevé invertir unos 4.000 millones (24 millones de euros) este año.

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