España, por encima de la UE en esfuerzo fiscal sobre carburantes
España es uno de los países comunitarios que más bajo tiene el impuesto especial que grava los hidrocarburos (gasolinas y gasóleos), sobre todo si se compara con Reino Unido, Francia o Suecia, en donde el litro de gasolina está mucho más penalizado por el fisco.
Sin embargo, esta relación se invierte si se tiene en cuenta el esfuerzo fiscal, concepto tributario que relaciona la presión fiscal del citado tributo con la renta per cápita del país. Según datos de la propia Agencia Tributaria, el esfuerzo fiscal en el impuesto sobre hidrocarburos supera en España (2,18 puntos) a la media del conjunto de países que integran la Unión Europea (1,92 puntos). En la parte más alta se encuentran Portugal y Grecia, en los que pesa su baja renta per cápita, inferior a la española. En la parte baja de la tabla (por debajo de la media), es decir con un menor esfuerzo fiscal por hidrocarburos, se encuentran Estados centrales como Alemania o Francia. Esta evolución se ha mantenido constante en la última década, en la que España ha seguido teniendo un esfuerzo fiscal por hidrocarburos por encima de la media comunitaria, aunque bien es cierto que en los últimos años se ha reducido el diferencial, debido a la progresiva desaparición en España de las rentas sobre el monopolio de petróleo.
Ahora, la aplicación de un recargo (una parte estatal y otra autonómica) en el impuesto sobre hidrocarburos, de hasta ocho pesetas por litro, incidirá sobre el esfuerzo fiscal del contribuyente, especialmente en las rentas más bajas y colectivos profesionales más afectados. Transportistas, agricultores y consumidores ya han expuesto su rechazo. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) calcula que el recargo sobre el gasóleo supondrá un sobrecoste de 15.000 millones de pesetas para el sector agrario, si no se establecen ayudas al sector.
Hacienda recaudó el pasado año 1,51 billones de pesetas por el impuesto sobre hidrocarburos, siendo éste el tributo estrella de todos los impuestos especiales. De hecho, Hacienda calcula que el impacto recaudatorio de una variación del 1,03% en la tasa de este impuesto es similar al aumento del 10% en la tasa de otros tributos menores, como el que grava el alcohol.