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La economía alemana se sitúa en el filo de la recesión

El producto interior bruto (PIB) alemán cayó un 0,1% en el tercer trimestre del año, situando la economía alemana al borde de la recesión. La tasa interanual de crecimiento se encuentra en el 0,3%, muy por debajo del 0,7% en que espera acabar el año el Gobierno del canciller Gerhard Schröder.

La economía alemana se encuentra al borde de la recesión, según los datos económicos del tercer trimestre. La Oficina Federal de Estadística señaló ayer que el PIB germano decreció entre julio y septiembre un 0,1% respecto a los tres meses anteriores.

En tasa interanual, respecto al mismo trimestre del año anterior, el PIB germano registró un tímido ascenso de sólo el 0,3%, el aumento más pequeño en Alemania desde el primer trimestre de 1997, por debajo de las previsiones oficiales de acabar el año con un crecimiento del 0,7%.

Dado que los expertos consideran recesión un crecimiento negativo durante dos trimestres consecutivos y que las perspectivas para la economía alemana en el cuarto trimestre son bastante pesimistas, puede afirmarse que el país se encuentra al borde del abismo. La oficina afirma que en el tercer trimestre se habría entrado ya de lleno en términos negativos, de no ser por el buen comportamiento de la exportación. "Sin la aportación del comercio exterior, el PIB interanual de este tercer trimestre habría sufrido un retroceso del 1,2%", advierte.

Para Ralph Solveen, experto del banco alemán Commerzbank, no hay duda de que la economía volverá a contraerse en los últimos meses de 2001.

"No se producirá un cambio en la tendencia hasta principios del próximo año", afirma el analista. La clase empresarial alemana es también pesimista sobre el futuro y así se demostró ayer en el índice de confianza empresarial que publica el prestigioso instituto IFO. Este indicador descendió en octubre en Alemania occidental hasta los 84,7 puntos, su nivel más bajo en ocho años.

Por su parte, el Ministerio de Finanzas germano consideró las cifras de ayer como una "pausa en la expansión", y parte de la base de que "pronto se superará" la fase de debilidad coyuntural. El ministerio responsabilizó del mal dato a la "alta presencia" de la industria alemana fuera de Europa, lo que hace que este país se haya resentido más que otros de la debilidad económica de EE UU.

De hecho, un 10% de las exportaciones germanas va dirigido a este país. Según Solveen, esta explicación es simplista, ya que gran parte de las causas son locales y no pueden achacarse a la situación en EE UU. "El retroceso de la demanda interna ha sido decisivo para la evolución del PIB", apunta.

Presión sobre el Gobierno

El empeoramiento de la economía va a aumentar la presión sobre el Gobierno del canciller Gerhard Schröder, que hasta el momento se ha resistido a tomar medidas coyunturales para mejorar la economía. El ejecutivo insiste en no modificar su actual línea de austeridad para no poner en peligro el objetivo de saneamiento presupuestario y se niega a tomar medidas demandadas por la oposición, como el adelanto de la rebaja fiscal prevista para 2003. El principal arma de la oposición es el aumento del desempleo en el país, que, según los pronósticos, podría llegar a los cuatro millones de parados en el próximo año.

La prensa conservadora afirma que ya se han perdido medio millón de empleos debido a la crisis económica y recuerdan al canciller sus palabras de septiembre de 1998, cuando, con 3,97 millones de parados en el país, Schröder afirmó que "si no logramos reducir drásticamente el paro, no merecemos ser reelegidos".

Alemania, considerada hasta ahora como el motor económico de la zona euro, ha pasado a ser el país con menores expectativas de crecimiento para el próximo año, según los últimos datos de la Comisión Europea.

El país crecerá sólo un 0,7%, tanto este año como el próximo, afirman las autoridades de Bruselas. Con una aportación del 30% al total del PIB de la zona euro, la crisis alemana reducirá el crecimiento del conjunto hasta el 1,3%, añade la Comisión.

Pero Alemania no es el único país que está atravesando dificultades. Francia, segunda economía de la eurozona, creció sólo un 0,3% en el segundo trimestre y los analistas esperan que mantenga este bajo porcentaje en los últimos tres meses del año. La economía holandesa se contrajo en el último trimestre, mientras que Finlandia ha entrado en recesión. España se mantiene por encima de la media (2,5% en el tercer trimestre).

 

La Comisión no hará excepciones con Berlín

La Comisión Europea no hará excepciones con Alemania, que deberá respetar, al igual que los demás países de la zona euro, el límite de déficit presupuestario (3% del PIB) impuesto por el Pacto de Estabilidad.

El comisario para Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, descartó ayer que la principal economía europea pueda convertirse en una excepción ante sus escasas perspectivas de crecimiento, del 1,6% en 2001 y de tan sólo el 1,3% en 2002.

Esta posición contrasta con las versiones publicadas recientemente por diarios económicos, como Financial Times, que afirmaba la disposición del Banco Central Europeo a permitir a algunos países transgredir estas normas mediante un aplazamiento hasta lograr una recuperación económica.

"No habrá para Alemania una flexibilidad especial", dijo el comisario español, tras recordar que las previsiones de la Comisión Europea sobre el déficit alemán para el año 2002 son del 2,7%, muy cerca del techo, pero aún por debajo del 3%.

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