En la actualidad, apenas existen este tipo de máquinas en bancos y cajas españolas, pero Juan Muñoz, responsable del negocio en España, calcula que en tres o cuatro años el 25% de los ingresos en efectivo se hará mediante esta vía, con los consiguientes ahorros de costes para las entidades.
Wincor Nixdorf vendió el año pasado uno de cada cuatro cajeros convencionales que se instalaron España, en un mercado que ya se considera saturado.