España e Italia impulsan la libre circulación de documentos notariales
Los notarios españoles e italianos están elaborando un protocolo de colaboración para la libre circulación de sus documentos públicos, al que esperan que se adhiera en el futuro el resto de los países comunitarios. Este protocolo deberá ser aprobado previamente por los responsables del notariado de ambos países. Este acuerdo es el primer paso hacia una regulación comunitaria sobre la libre circulación del documento notarial entre los países que siguen el modelo notarial latino-germánico.
æpermil;ste fue uno de los aspectos sobre los que se debatió en el VII Congreso Notarial Español, celebrado la semana pasada en Zaragoza. Durante el Congreso se puso de manifiesto que, para que todo documento notarial goce en el resto de países del ámbito europeo de la misma validez y eficacia, será necesario que se les reconozca su fuerza probatoria y legitimadora, el libre acceso a los registros públicos de cualquier país del ámbito común y que sirva de base como título apto para la ejecución transfronteriza.
Para lograr estos objetivos, los documentos europeos deberán cumplir unos requisitos mínimos. Sólo serán válidos aquellos documentos sometidos a unos controles severos y autorizados por la persona pública en quien el Estado delega su soberanía.
Además, deberá someterse el documento en el país de origen a los mismos controles de elaboración que los del país de recepción. El Congreso notarial señaló, por otra parte, que habrán de resolverse los problemas derivados de la diversidad de exigencias formales de cada Estado, así como adoptar unas normas comunes para proteger los documentos de posibles falsificaciones y unificar la terminología empleada en los distintos idiomas.
En el Congreso participaron también expertos como Manuel Pizarro, presidente de la CECA, quien destacó la labor de ajuste económico que está exigiendo nuestra convergencia, o Gloria Hernández, directora general del Tesoro y Política Financiera, quien aseguró que es indispensable lograr la mayor eficacia de la fe pública controlando los costes.