Rato bajará del 2,9% al 2,5% la previsión de crecimiento para 2002
El vicepresidente Rato rebajará el crecimiento del PIB previsto para 2002 al entorno del 2,5%, en sintonía con las estimaciones de la Comisión Europea. El Gobierno mantendrá el equilibrio presupuestario como objetivo general de política económica, aunque no descarta un ligero déficit de una o dos décimas de PIB.
El Gobierno está ultimando la rebaja de sus previsiones económicas para 2002, que hará pública en los próximos días. La mayor desaceleración económica obligará al Ejecutivo, por tercera vez en el año, a reducir el crecimiento estimado para el próximo ejercicio, por debajo del 2,9% actual.
El Ministerio de Economía está esperando a que el próximo miércoles la Comisión Europea haga lo propio para el conjunto de la UE, cuando presente las "perspectivas de otoño". Y es que el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, está interesado en relacionar las nuevas estimaciones para la economía española dentro de un escenario menos optimista, en el que están inmersos todos los países comunitarios y en el que España seguirá manteniendo un diferencial de crecimiento a su favor. Economía cuenta con que la Comisión reduzca esta semana el PIB previsto para España al 2,5%. Esta cifra servirá de base para los cálculos del departamento que dirige Rodrigo Rato, que actualmente baraja reducir el crecimiento previsto para 2002 al "entorno del 2,5%". Este nuevo objetivo es más coherente con las revisiones realizadas por la mayor parte de los organismos públicos y privados. Las dos últimas han sido las del Banco de España y la Asociación Española de la Banca (AEB), que cifran el crecimiento entre el 2% y el 2,5%.
A lo que no está dispuesto el Ejecutivo es a renunciar al "déficit cero" en las cuentas públicas a pesar de ser consciente de que un menor crecimiento, del entorno al 2,5%, hará más difícil mantener el equilibrio entre ingresos y gastos. Para ello, el Ministerio de Hacienda ha puesto a funcionar la calculadora. El Gobierno confía en un incremento extra de ingresos y un recorte en algunos gastos, de carácter no prioritario. En el capítulo de ingresos, maneja la posibilidad de un incremento adicional de 130.000 millones en la recaudación por impuestos especiales, a compartir con las comunidades autónomas, gracias al recargo en el impuesto que grava los hidrocarburos (destinado a financiar la sanidad) y el aumento de los tributos que gravan el tabaco y el alcohol.
En los gastos, Hacienda cuenta con un ahorro adicional en el servicio de la deuda, fruto de los menores tipos de interés. También está descontando un menor gasto en la paga extra a los pensionistas por el desvío de la inflación real sobre la prevista. En un principio, manejaba aplicar un IPC real (el que se utilizará es la tasa interanual a noviembre, aún por conocer) del 3,2%o 3,3%, pero gracias al descenso de la inflación en octubre el Gobierno calcula que el IPC de noviembre estará cercano al 2,8%, medio punto menos, lo que proporcionaría otros 50.000 millones de pesetas. Con todo, Economía no descarta un déficit público de escasa cuantía, si la recuperación se retrasa.
æpermil;ste sería de una o dos décimas de PIB (entre 114.000 y 250.000 millones de pesetas), que "no pondría en peligro el objetivo de estabilidad presupuestaria a medio plazo".
600 millones de euros, por la rebaja de tipos
Desde que el Gobierno presentó la líneas generales de los Presupuestos del Estado para 2002, a mediados de año, el BCE ha bajado los tipos de interés un punto, hasta el 3,25%. Ello le permitirá ahorrar cerca de 600 millones de euros (100.000 millones de pesetas) en menores gastos financieros por el servicio de la deuda.
No obstante, el Tesoro advierte que se está en un escenario de alta volatilidad en la evolución de los tipos de interés, por lo que es difícil realizar previsiones fiables. Fuentes de este organismo indicaron a Cinco Días que actualmente está revisando su estrategia de financiación y el calendario de nuevas emisiones, que se hará público en diciembre.
Las necesidades de financiación del Estado para 2002 ascienden a 65.000 millones de euros (10,8 billones de pesetas), de los que casi 50.000 millones son necesarios para afrontar los vencimientos de deuda en el año. Otros 6.000 millones serán para afrontar el abultado vencimiento de 6.000 euros de enero de 2003.