CC OO ve difícil el pacto con UGT y CEOE sobre los convenios de 2002
El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, ve "complicado" cerrar un pacto sobre el contenido de los convenios de 2002 con UGT y CEOE. Las dificultades radican en el poco tiempo del que se dispone y, en general, en el contenido de dicho acuerdo. En cualquier caso, el sindicato propuso ayer algunos contenidos para dicho acuerdo entre los que sugirió la posibilidad de recurrir a reducciones de jornada para evitar despidos.
El Consejo Confederal de CC OO escuchó ayer el informe elaborado por el secretario general del sindicato, José María Fidalgo, en el que dio un exhaustivo repaso a la situación económica y laboral de los últimos meses.
En dicho informe, Fidalgo asegura que su equipo considera "complicado" concebir en dos o tres semanas, junto a UGT y CEOE, un acuerdo interconfederal clásico sobre el contenido de los convenios de 2002, similar a otros pactos de rentas anteriores suscritos en España.
Es más, concreta Fidalgo que las dificultades para que estas negociaciones lleguen a buen puerto no responden sólo al poco tiempo del que disponen los negociadores (se han impuesto terminarlo a mediados de diciembre como muy tarde).
Por tanto, en su opinión, el escollo fundamental de este futuro pacto es la complicación que supone "fabricar una carcasa" donde quepan las orientaciones salariales y de empleo de todos los sectores y empresas; máxime cuando los interlocutores sociales rechazaron hace unos días la reforma legal de los convenios propuesta por el Gobierno, al considerar que introducía rigidez en los convenios sectoriales a la hora de aplicarlos a las empresas.
Las consideraciones de Fidalgo a su organización en esta materia no pararon aquí. Así, el informe indica, veladamente, que CC OO hubiera preferido seguir adelante con la reforma legal de los convenios, tutelada por el Gobierno, en lugar de aplazarla y sustituirla por la negociación actual del futuro acuerdo.
El Gobierno puede legislar
En consecuencia, Fidalgo señala que "CC OO no está precisamente satisfecho de la congelación y suspensión" de las negociaciones de la mesa tripartita para la reforma legal de la negociación colectiva, ya que, a su juicio, "el acuerdo hubiese sido posible trabajando durante más tiempo en la negociación".
En este contexto, Comisiones Obreras recuerda a UGT y CEOE que el Gobierno no ha renunciado, de ninguna manera, a acometer dicha reforma aunque sea unilateralmente, porque, además, se trata de una promesa electoral del PP y advierte al resto de los interlocutores sociales que el Ejecutivo está en su derecho de hacerlo porque "no está escrito en ninguna norma el respeto a la autonomía de los agentes sociales y económicos".
Por todos estos motivos, la central que lidera Fidalgo cree que sería conveniente retomar los trabajos de la mesa tripartita que estudió la reforma legal de los convenios una vez que se terminen los actuales contactos entre empresarios y sindicatos para aunar los criterios de la negociación colectiva de 2002.
No obstante, y pese al escepticismo de Fidalgo respecto al futuro acuerdo sobre los convenios de 2002, CC OO insistió ayer en los que, según sus criterios, deberían ser los contenidos de ese pacto. La prioridad del sindicato será el empleo, tanto su creación como su mantenimiento.
Para ello, el informe de Fidalgo sugirió, entre otras cosas, que los convenios del próximo año incluyan comisiones paritarias con capacidad de intervenir en materia de empleo si la empresa adolece de una crisis. En esos casos, dichas comisiones deberían, por ejemplo, pactar reducciones de jornada de sus trabajadores, como políticas activas de empleo, y evitar con ello que la empresa recurra a los despidos masivos para recortar costes en una situación de crisis.
CC OO estima, en materia salarial, que el acuerdo deberá tener alguna referencia aunque no sea una cifra única. Su propuesta es que la estrategia sindical ofrezca siempre como contrapartida la moderación salarial.
Esto supone que para fijar el incremento de las retribuciones se tome como referencia la previsión de la inflación (2%) -frente al 2,5% que maneja UGT-, a lo que añade una parte del margen de productividad, porque el resto de esta variable se destinará a la creación de nuevo empleo.
Además, exige, al igual que UGT, la universalización de las cláusulas de garantía salarial, algo en lo que las centrales se toparán con las tradicionales reticencias patronales. En cualquier caso, Fidalgo reiteró que las indicaciones salariales serán más o menos precisas en función de la precisión de los objetivos de creación y mejora del empleo.
En lo referente a su duración, el informe de CC OO considera, a diferencia de UGT, que la vigencia del acuerdo "no deberá exceder del 2002".
Por otra parte, Fidalgo cree que el acuerdo sobre el contenido de los convenios del próximo ejercicio, si llega a firmarse, debería tener como contrapartida "la asunción por el Gobierno del compromiso de no cerrar sin acuerdo explícito de sindicatos y patronal la decisión de producir una legislación de reforma de la negociación colectiva y el compromiso, a su vez, de las centrales y la patronal de seguir negociando sobre esta reforma normativa".