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La falta de apoyo a la OPEP hunde el precio del crudo

La OPEP está sola en la defensa de la cotización del crudo. La crisis económica internacional ha anulado la capacidad del cartel para controlar el mercado, y la cotización se hunde. El precio del barril de brent llegó a bajar ayer de los 17 dólares, aunque al final se situó en 17,6, con una caída del 6%.

El ministro saudí de Petróleo, Alí al-Naimi, cuya nación posee la cuarta parte de las reservas mundiales de petróleo, afirmó ayer que el mercado "ha entrado en crisis", por culpa de la caída de la demanda y de la guerra desatada con Rusia.

La cotización del barril de brent, el crudo de referencia europea e internacional, volvió a desplomarse ayer y llegó a caer por debajo de los 17 dólares, con una caída próxima al 10%, limitada al cierre al 6% tras recuperar el nivel de los 17,6 dólares.

El invierno occidental parece convertirse ahora en el único aliado fiable de la OPEP, ya que aparece de momento como el único factor capaz de apuntalar algo los precios. De hecho, el director de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Robert Priddle, descartó ayer un colapso de los precios si el invierno sigue los parámetros normales.

Las circunstancias se han vuelto en contra del cartel. Los inventarios de crudo en la OCDE, donde se concentra el consumo, se encuentran a nivel excelente, reduciendo las necesidades de acudir al mercado en busca de más petróleo. La crisis económica mundial es el factor que hasta ahora está repercutiendo más en la demanda. Por si fuera poco, los grandes productores ajenos a la OPEP no están dispuestas a colaborar.

Las empresas privadas rusas han calificado de "inaceptables" las exigencias del cartel, que reclama ayuda a los grandes productores para evitar el colapso del sector. "Los precios pueden hundirse, pero nuestros colegas árabes no podrán mantener ese nivel durante más de dos años, porque sus economías dependen demasiado del petróleo", señaló ayer el director de AO Yukos Oil Co., la segunda compañía productora de petróleo en Rusia.

La situación es tan grave que el ministro kuwaití de Petróleo, Adel al-Subaih, cree que los precios pueden seguir cayendo hasta los niveles de la crisis de 1998-1999. El ministro cree que si la OPEP no consigue el apoyo de los otros productores, el barril de la cesta de siete crudos con el que el cartel estudia el mercado caerá hasta 10 dólares.

El barril de la cesta de la OPEP lleva 38 días por debajo de los 22 dólares. El miércoles (último dato disponible) cotizó a 18,09 dólares, más de un dólar por debajo del precio del martes.

Un acuerdo informal de los ministros de la OPEP establece que sí el precio del barril permanece durante 10 días consecutivos por debajo de la barrera de los 22 dólares, el cartel retirará del mercado inmediatamente una cantidad de 500.000 barriles diarios. Finalmente, el acuerdo no ha sido aplicado. La OPEP ha aprobado este año tres recortes de su oferta, que totalizan 3,5 millones de barriles diarios (un 13% de la producción), dejando sus cuotas oficiales en 23,2 millones de barriles por día.

Sin embargo, el cartel ha incumplido sistemáticamente sus propios acuerdos. Por esto, los nuevos anuncios ya no gozan de la credibilidad de los analistas ni del mercado.

El mercado está claramente sobreabastecido. Durante el año, 10 miembros de la OPEP (todos menos Irak, cuya producción está controlada por la ONU) han intentado evitar el colapso de los precios retirando petróleo del mercado. Sin embargo, sus movimientos han sido correspondidos por otros productores como Rusia, Noruega o México, con incrementos de la exportación.

Así las cosas, el cartel petrolero, que controla el 40% de la producción mundial, no está dispuesto a seguir empujando los precios a costa de perder cuota de mercado. En consecuencia, la organización aprobó el miércoles otro recorte de su producción de 1,5 millones de barriles diarios (el 6,5%), que sólo entrará en vigor si es respaldado por otros grandes productores.

Las llamadas a la colaboración han caído en saco roto. México es el único que se ha ofrecido a reducir sus exportaciones en 100.000 barriles diarios, pero sólo si es secundado por otros actores del mercado.

Rusia ya ha descartado una reducción a gran escala. Noruega, el mayor exportador del mundo detrás de Arabia Saudí y Rusia, tampoco colaborará. La guerra de precios está servida.

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