Israelíes y palestinos apoyan la iniciativa de EE UU y Rusia para pacificar la región
El presidente Bush y su homólogo ruso, Vladimir Putin, exigen a las partes en conflicto el cese inmediato de la violencia para desarrollar el plan Mitchell.
Las autoridades israelíes y palestinas celebraron ayer el comunicado conjunto publicado por EE UU y Rusia en el que ambos países reiteraban su compromiso para la paz en Oriente Próximo.
En el comunicado, el presidente Bush y su homólogo ruso, Vladimir Putin, exigen a las partes en conflicto el cese inmediato de la violencia, para poder desarrollar el plan de paz propuesto por el ex senador demócrata estadounidense George Mitchell. El renovado enfrentamiento entre palestinos e israelíes dura ya 13 meses y ha causado más de 900 muertos. A lo largo del conflicto, los sectores más moderados han intentado implantar diversas treguas, con el objetivo de sentar las bases para un proceso de paz. Sin embargo, todos los esfuerzos han sido en vano hasta el momento.
Como prueba, ayer volvió a registrarse un nuevo acto de violencia en Jerusalén. Un artefacto de escasa potencia estalló en un contenedor de basura, hiriendo a dos obreros municipales. Además, palestinos e israelíes volvieron a intercambiar acusaciones sobre la responsabilidad del derramamiento de sangre.
"Nos agrada la preocupación estadounidense y rusa para terminar con este conflicto, cuya raíz es la ocupación de nuestros territorios [Gaza y Cisjordania]", afirmó Ahmed Abdel-Rahman, asesor del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat.
Raanan Gissin, portavoz del primer ministro israelí, Ariel Sharon, se apresuró a afirmar que será el propio Sharon el que lidere la negociación, "en cuanto cese la violencia". "El problema es Arafat", concluyó el portavoz.
Por otra parte, miles de palestinos tomaron ayer las calles de Gaza y Cisjordania reclamando el reconocimiento del Estado de Palestina. Hoy se cumple el decimotercer aniversario de la simbólica declaración de independencia, hecha por Arafat en Argel.
Tras décadas de reivindicación, la idea del Estado palestino comienza a ser aceptada por el aliado de Israel, EE UU. El propio Bush ha declarado su visión de un Estado Palestino como resultado final de un proceso de paz.