De la Rúa pide "apoyo y comprensión" a los inversores en Alemania
El presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, pidió ayer que los inversores internacionales tengan "comprensión y apoyo" para su país, que afronta gravísimos problemas para hacer frente a su deuda externa.
Durante una visita oficial a Alemania, De la Rúa se entrevistó con el canciller Gerhard Schröder y con empresarios del país, ante quienes explicó las causas de los problemas que acucian a Argentina.
"Cada mercado, incluidos los poderosos y supuestamente abiertos, defiende lo suyo. Es una lucha muy dura", dijo el presidente argentino, quien abogó en favor del establecimiento de "mercados más equitativos". Asimismo afirmó que la devaluación del real brasileño ha sido un elemento central en la profundización de la crisis argentina, y también culpó, en parte, al proteccionismo de los mercados de Estados Unidos y de Europa.
Sin embargo, los inversores germanos le reclamaron una rápida y estable solución al conflicto permanente que enfrenta al Gobierno central y a las Administraciones provinciales de Argentina.
Desde hace semanas, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, discute con los gobernadores peronistas que administran 14 de las 23 provincias argentinas una solución para sus serias diferencias sobre el reparto de los impuestos recaudados entre el Gobierno nacional y los Gobiernos provinciales. Hasta ahora se ha llegado a un pacto con las Administraciones en manos del partido oficialista y con cuatro regidas por la oposición peronista. Pero resta lograr un acuerdo con las más importantes, todas bajo mandatos peronistas. De ese pacto depende que Argentina pueda avanzar en la anunciada reestructuración de su deuda pública de 145.000 millones de euros.
En un almuerzo celebrado en la sede de la Confederación de las Cámaras de Industria y Comercio de Alemania, De la Rúa aseguró que su país no va a devaluar el peso y que tampoco optará por una dolarización de la economía. También insistió en que Argentina no suspenderá el pago de sus obligaciones externas y reiteró su compromiso de mantener un déficit fiscal cero. Pero en Buenos Aires se anticipa que la recaudación de impuestos del mes de octubre, cuyos resultados se conocerán en los próximos días, registrará una caída del 14% al 16%.
Si así fuera, el Gobierno se vería obligado a efectuar otra fuerte reducción del gasto público. Una alternativa poco fiable para el mercado, que ayer llevó el riesgo-país de Argentina a situarse en 2.664 puntos básicos.