El enfrentamiento entre KIO y la SEPI abre una crisis accionarial en Ebro
El grupo KIO y el Gobierno, a través de la SEPI, han abierto una crisis accionarial en Ebro Puleva, una sociedad en la que periódicamente afloran problemas entre accionistas. Fuentes cercanas a KIO han filtrado que el ultimátum dado al Gobierno para solucionar el espinoso tema de la recompra de sus acciones vence el 30 de noviembre. A partir de ese momento, el grupo Se siente liberado para ir a los tribunales y que sean éstos los que decidan cómo y a qué precio tiene la SEPI que comprar su 7% en la compañía presidida por José Manuel Fernández Norniella.
Los representantes para España del grupo KIO están cansados de esperar. Exigen a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que cumpla de una vez con el compromiso que el Ministerio de Economía y el de Agricultura firmaron con el grupo kuwaití para desbloquear la fusión de Ebro Agrícolas con el grupo Azucarera, preservando la mayoría del capital en manos españolas. El acuerdo, firmado el 16 de diciembre de 1997 por Loyola de Palacio, entonces ministra de Agricultura, consistía en la recompra a un precio tasado (3.000 pesetas como mínimo por título más un 10% anual) de las acciones de KIO en la compañía en un periodo máximo de tres años más nueve meses de carencia. Además el grupo kuwaití cedía de forma irrevocable al Ejecutivo los derechos políticos de su participación.
Las acciones de la azucarera, hoy denominada Ebro Puleva, cerraron ayer a un precio de 10,25 euros (1.705 pesetas)
El contrato, según fuentes conocedoras de la operación, era leonino. "Estaba forzado por la urgencia de formalizar cuanto antes la fusión de las dos azucareras. El peligro político por aquel entonces era que el grupo francés Générale Sucriere pactara con el grupo kuwaití y pasara a controlar la azucarera. Había que convencer a KIO a cualquier precio", explican
"El acuerdo era inaceptable para el Gobierno" -aseguran- "pero es difícil encontrarle lagunas. KIO sabía perfectamente lo que firmaba. En aquel momento estaba muy bien asesorado y nunca firmaban nada sin que lo vieran y lo revisaran hasta la extenuación sus abogados".
Negociación
La posición oficial de la SEPI en este contencioso se retrotrae a unas recientes declaraciones de su presidente, Ignacio Ruiz Jarabo, en el sentido de que el Gobierno no aceptará pagar ese precio por las acciones, en base a que el contrato tiene resquicios que permiten su interpretación y, por tanto, abren la puerta a una eventual negociación a la baja con KIO.
Los responsables de KIO en España declinaron ayer concretar su posición en este contencioso y, a través de su portavoz oficial, aseguraron que no creen que tengan nada que explicar en el futuro.