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India y la UE ponen en riesgo el lanzamiento de una ronda comercial

La marcha del reloj precipitaba ayer las negociaciones de los representantes de Comercio reunidos en Qatar. El quinto y último día de la Cuarta Conferencia Ministerial llegó a su fin sin un acuerdo para lanzar una ronda de liberalización comercial, y los 140 países miembros se concedieron una jornada más. La oposición de la UE a eliminar los subsidios agrarios y el conflicto entre EE UU e India en materia de textiles impiden el consenso.

Tras los cinco días previstos de reuniones las negociaciones no se habían saldado con un acuerdo, y los países decidieron prolongarlas una jornada más. Al menos hasta la madrugada de hoy no se sabrá si los 142 países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) han acordado el lanzamiento de una nueva ronda comercial.

"La idea es que se ha avanzado tanto que sería ridículo no llegar a un acuerdo", señalaban fuentes de la organización. Sin embargo, la firmeza de las posiciones de la Unión Europea, por una parte, y EE UU e India, por otra, no permitían ser optimistas.

El último borrador de la declaración ministerial, redactado por el presidente del Consejo General de la organización, Stuart Harbinson, y que debía ser votado por los miembros, recogía avances en muchos temas, pero dejaba entre corchetes (texto no consensuado) los asuntos más espinosos.

Uno de los corchetes fue impuesto por la delegación encabezada por Pascal Lamy, representante de Comercio de la UE, que exigió que el apartado del anterior proyecto que recogía la eliminación progresiva de los subsidios a la exportación agrícola quedara en entredicho. La posición de la UE en este tema, liderada por Francia, ha sido inamovible desde el comienzo de la conferencia, apoyando la reducción paulatina, pero no la eliminación, de los subsidios.

Según la OCDE el apoyo que la UE da a los agricultores alcanzó los 90.230 millones de dólares (unos 17 billones de pesetas) en 2000, en comparación con los 59.890 millones de Japón o los 48.960 de EE UU. Francia es uno de los Quince que en términos relativos recibe más subvenciones y las elecciones presidenciales y legislativas del próximo año han pesado mucho en la posición de sus representantes en Doha. "El término eliminación no es aceptable para la UE, no es aceptable para Francia", dijo el ministro francés de Comercio, François Huwart.

En el otro frente de la batalla se encuentran los países del Grupo Cairns, principales exportadores agrícolas (entre ellos Brasil y Canadá), que defienden la eliminación total de los subsidios.

El boicot de la UE

La UE se convertía así en centro de las críticas de otras delegaciones que temían que su inflexibilidad arruinara el lanzamiento de la ronda. Además, los Quince bloqueaban las negociaciones exigiendo la inclusión del medio ambiente, asunto que ha encontrado el rechazo total de los países en desarrollo porque mermaría considerablemente las posibilidades de exportar sus productos.

No obstante, la segunda cuestión que mantenía suspendido el acuerdo es el pulso librado entre EE UU e India en materia de textiles. Los acuerdos anteriores obligan a una reducción del 15% anual de los aranceles impuestos a los textiles de países en desarrollo. La aclaración de si es lineal (15% cada año sobre la base inicial) o acumulativa (sobre el total) es el centro de la discusión. El arancel medio impuesto a los textiles de los países en desarrollo es del 11%, tres veces más que el industrial general. India se ha mantenido inflexible y exige una aceleración de la apertura de los mercados a sus productos y amenazaba con abortar el lanzamiento de la ronda si la declaración no recoge su petición.

EE UU tampoco cede. Su representación se niega a negociar los términos de un acuerdo anterior porque no ha obtenido la autorización del Congreso para hacerlo.

El fracaso en la declaración general y en la relativa a la implementación (redactada aparte y donde se incluyen los textiles) pondría en peligro el acuerdo alcanzado el lunes en materia de patentes de medicamentos. La ONG Oxfam criticaba el hecho de que "EE UU aproveche la oportunidad para cargarse el acuerdo alcanzado sobre Trips". æpermil;ste ha sido interpretado como uno de los mayores avances de la conferencia para los países en desarrollo, pues les permite producir o importar fármacos genéricos para frenar epidemias como el sida o la malaria.

El lobby farmacéutico estadounidense, perjudicado por el nuevo acuerdo, envió ayer una carta a la delegación de este país pidiendo que se reabran las negociaciones sobre las patentes.

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