España espera que el número de turistas se estanque en 2002 por la desaceleración
La industria turística española se enfrenta a un periodo de incertidumbre e inestabilidad que el próximo año puede arrojar un balance cero para el sector, afirmó Juan José Güemes, secretario general de Turismo, que asiste en Londres al congreso anual de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
"No me atrevo a hacer previsiones porque la situación están tan inestable, pero probablemente no haya crecimiento en 2002", dijo. Güemes expresó su esperanza de que el impacto de las medidas tomadas para revitalizar la economía mundial se trasladen al mundo turístico.
Dentro de este panorama sombrío, España tuvo cierta suerte en que el atentado terrorista contra EE UU no ocurriese antes de la temporada de verano. De hecho, el turismo español subió un 2,7% en septiembre. "Terminaremos el año con un balance positivo en cuanto a número de turistas e ingresos", dijo Güemes.
Para hacer frente a los efectos negativos del terrorismo y la recesión mundial, el Gobierno destinará un presupuesto extraordinario de 100 millones de pesetas en el último trimestre de este año a la promoción del turismo.
El Reino Unido, que es el primer mercado turístico para España, está demostrando una "enorme estabilidad". La afluencia de turistas británicos a España se incrementó en más del 5% en los primeros nueve meses del año. De hecho, el pasado año uno de cada cuatro visitantes a España eran británicos.
Güemes afirmó que el crecimiento del mercado británico compensó el bajón en el número de visitantes alemanes. "Hemos tenido 535.000 turistas británicos más en este periodo, frente a una caída de 336.000 turistas alemanes", dijo.
La caída del turismo alemán obedece a las noticias negativas producidas en Baleares, la fuerte comercialización que ha hecho Turquía en el mercado alemán y la debilidad de la economía del país. En contraste, la relativa buena marcha de la economía francesa ha sostenido el turismo del país galo hacia España. "Francia se ha portado extraordinariamente bien en los primeros nueve meses", explicó Güemes. Muchos franceses han dejado de lado al Norte de África para tomar sus vacaciones en España, que se percibe como país más seguro dentro del entorno político actual.