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El futuro presidente de MCC pide a sus cooperativas que rebajen las inversiones

La crisis que azota a la economía mundial ha hecho estallar los sensores de alarma en el principal grupo empresarial del País Vasco. Jesús Catania, el futuro presidente de Mondragón Corporación Cooperativa (MCC) a partir del 1 de enero próximo, ha instado a los ejecutivos de las más de 100 empresas que se cobijan bajo el paraguas del holding a que revisen sus planes de negocio y la estrategia de inversión para 2002.

La elaboración del plan de gestión de MCC para 2002 sufrirá sensibles modificaciones sobre los bocetos ya realizados a principios de este año, lo que obligará a variar el diseño estratégico para el periodo 2001-2004. El plan a cuatro años fijaba, entre otros objetivos, y sólo para los grupos de distribución e industrial, unas inversiones de 550.000 millones de pesetas (3.305 millones de euros), 16.000 nuevos empleos y dos billones de pesetas en facturación (12.020 millones de euros). También incluía la apertura de 57 plantas en el exterior y la consecución de un beneficio de 100.000 millones de pesetas (601 millones de euro) al cierre de 2004.

El mensaje de ajuste para el conjunto de las cooperativas del grupo, provocado por la desaceleración económica y la incertidumbre en el consumo, ya está lanzado. Según publica en su último número TU Lankide, la revista interna de MCC, el futuro presidente de MCC, Jesús Catania, apuntó, hace apenas dos semanas en Mondragón (Guipúzcoa), alguna de las recetas para que las empresas puedan capear la crisis.

En una reunión con más de 100 directivos de las cooperativas de la corporación, Catania les instó a realizar una revisión de sus planes de inversión para 2002, y a recuperar las tasas de rentabilidad, "tratando de poner énfasis en la innovación e internacionalización", según sugirió.

Además, en su primer mensaje de envergadura como futuro presidente de MCC, Catania solicitó "el máximo rigor" en el control de las variables de gestión interna, aquellas que están orientadas a mejorar la productividad. No obstante reconoció que la modificación de la estrategia no debe afectar a todos los negocios del grupo por igual.

En su intervención, Catania, que tomará el relevo a Antonio Cancelo, dijo que "estamos mejor preparados que en años anteriores para hacer frente a la crisis". Apuntó un dato optimista, pese a la mala coyuntura económica. Catania dijo que el hecho "de que las potencias económicas estén envueltas en esta situación, nos hace pensar que el relanzamiento de la economía se puede iniciar a finales del año 2002", concluyó.

Revisión de previsiones

El anunció de Catania no supone una novedad en el grupo cooperativo vasco. Hace apenas una semana, Antonio Cancelo, el actual presidente de MCC, manifestó que ya este mismo ejercicio se comenzará a notar la crisis en el grupo cooperativo vasco, lo que supondrá una revisión a la baja de las previsiones de facturación en 2001. El objetivo del grupo para este año era, en principio, que su área industrial creciera un 17%. Después se revisó a la baja para situar la tasa en el 14%. Ahora resulta imposible conseguir este último objetivo.

Las ventas hasta agosto, un mes antes de que se produjeran los atentados aéreos contra Estados Unidos, mantenían un crecimiento del 11,5%, cinco puntos y medio por debajo de lo previsto.

Si bien en ese periodo alguna de las divisiones, como la de automoción, experimentaron crecimientos del 39,7%; otras, como la de hogar, con unas ventas de 110.475 millones de pesetas (664 millones de euros), apenas tuvieron incrementos en ventas, y la de construcción redujo un 3,75% su facturación. Esta tendencia, según fuentes cercanas al grupo, se ha acrecentado estos dos últimos meses.

La revisión de las cuentas que prevé realizar MCC para este mismo año y para el próximo también afectará la cuenta de resultados. El objetivo para 2001 era repetir los 67.000 millones de pesetas (402,6 millones de euros) de beneficios conseguidos en 2000. Ahora esta previsión se ha rebajado.

Por otra parte, la cooperativa vasca Ampo-Poyam se integrará en la órbita de MCC tras una andadura de más de 30 años en solitario. Ampo-Poyam, que formará parte de la división de equipamiento industrial de MCC, aporta un negocio de 8.000 millones de pesetas (48,08 millones de euros).

 

Caja Laboral y Eroski siguen con sus planes

Los grupos de MCC que concentran las divisiones financiera (Caja Laboral) y de distribución (Eroski) siguen adelante, de momento, con sus planes. Eroski tiene su propia estrategia inversora durante la etapa 2001-2004, con un ritmo anual de gasto de 50.000 millones de pesetas (300,5 millones de euros), el más importante en volumen de todos los presupuestos que manejan las diferentes cooperativas integradas en la corporación de Mondragón. Eroski está a la espera de la evolución de la campaña de ventas de diciembre-enero (que concentra casi el 30% de la actividad de todo el ejercicio), para decidir en qué condiciones afronta el próximo ejercicio. El presupuesto de 2001, los citados 50.000 millones, ya está invertido casi en su totalidad.

Caja Laboral ya realizó a principios de año una revisión a la baja en su previsión de beneficios para el periodo 2001-2004, aunque mantiene el objetivo de que los números negros se sitúen por encima de dos dígitos, además de continuar con su ambicioso plan de expansión fuera de Euskadi y Navarra. Hasta finales de septiembre ha registrado una caída de resultados del 13,4% por el mal comportamiento de la Bolsa, que le generó unas minusvalías de 2.934 millones de pesetas (17,63 millones de euros).

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