La venta de Antibióticos se encalla por la falta de interés del sector
Las multinacionales del sector farmacéutico no han mostrado interés por adjudicarse Antibióticos, la compañía de la italiana Montedison que afronta su segundo cambio de manos en los últimos 10 años.
El laboratorio perteneciente al rebautizado grupo Edison formará una unidad de negocio específica, dentro de la reorganización de la multinacional italiana, que a partir de ahora orientará su negocio en la producción de energía, distribución de gas y telecomunicaciones.
Edison pretende reducir su endeudamiento actual, que asciende a 79,33 millones de euros (13.200 millones de pesetas) con la venta de Antibióticos, el conglomerado de alimentación Eridania Beghin Say y la química Ausimont. Por el momento, Montedison ha anunciado la venta de la mayoría del capital de Cerestar (almidón y derivados) a Cargill y Koipe a Sos Cuetara.
Sin embargo, la venta de Antibióticos parece encallada. Las fuentes del sector consultadas descartaron la adquisición de la compañía que la familia Abelló vendió a Montedison en 1991.
Los grandes grupos han centrado su crecimiento en el desarrollo de nuevas moléculas y en el sector de biotecnología. Además, la tendencia de las multinacionales pasa por desprenderse de factorías y aumentar la externalización de la producción de los compuestos intermedios que componen un medicamento.
Precisamente, Antibióticos fabrica estos productos, especialmente antibióticos, penicilinas y cefalosporinas. Cuenta con la factoría de León proveniente de la antigua Antibióticos, a la que hay que añadir otras dos factorías en Italia (Turín y Milán), y una última en Francia. El actual grupo Antibióticos, que facturó 285 millones de euros (47.420 millones de pesetas) el año pasado, es fruto de la unión del negocio de la antigua Farmitalia Carlo Erba, que cerró una factoría que mantenía en Palau Solità i Plegamans (Barcelona) a principios de los años noventa.