El crecimiento de Asia caerá al 3,4% por la crisis de Estados Unidos
El crecimiento de la economía asiática caerá hasta el 3,4% a causa de la recesión en Estados Unidos, agravada por los atentados del 11 de septiembre, según un informe del Banco Asiático de Desarrollo.
La región experimentó un crecimiento del 7% durante el año pasado y la previsión inicial para 2001 era del 5,3%.
Las economías asiáticas, aún debilitadas por la crisis financiera de 1997-98, arrastraban ya una situación complicada por la fuerte caída de la demanda de artículos de alta tecnología, principal producto de la región. La falta de reformas y la corrupción hacen a la zona altamente sensible a las exportaciones.
Sin embargo, el banco cree que hay indicios para un "cauteloso optimismo". La fortaleza de la economía interna en países como China e India está contribuyendo a compensar la debilidad de las economías exportadoras, principalmente las del sureste. No obstante, esto no deja de tener sus efectos contraproducentes. El bajo coste de la mano de obra china y las facilidades fiscales con las que el régimen de Pekín quiere impulsar la implantación de empresas está provocando una sangría económica y de empleos en Taiwan, Hong Kong, Singapur y Malaisia.
El caso de Indonesia
Indonesia no es ajena a esta situación crítica. Sin embargo, la inestabilidad política que arrastra y el hecho de que la mayoría de sus casi 220 millones de habitantes sean musulmanes convierten al archipiélago en un polvorín que no pasa inadvertido a ojos de Occidente.
La coalición liderada por EE UU necesita a Indonesia como socio o, al menos, asegurarse que el archipiélago no va a convertirse en un nuevo frente de lucha. La impresionante deuda externa que arrastra el país, 150.000 millones de dólares (166.600 millones de euros) se come todo los recursos. La situación de los créditos morosos es insostenible y la falta de reformas estructurales, total.
Pero cuando el país convocó la semana pasada una conferencia de donantes, los organismos internacionales acudieron al rescate. La ayuda concedida para 2002 es de 3.140 millones de dólares (3.450 millones de euros).
Pero la coalición occidental exige garantías: más de la tercera parte de la montante estará condicionada a "significativos progresos en la gestión política, incluyendo una estrategia para la reducción de la pobreza". Occidente está dispuesto a echar una mano, pero Indonesia debe hacer sus deberes.