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INTERNACIONAL

El Banco Mundial da a Indonesia seis meses de plazo para las reformas

El Banco Mundial advirtió ayer a Indonesia que tiene un plazo de seis meses para impulsar las reformas económicas y legales necesarias para dotar de confianza a los prestamistas internacionales.

Los representantes de la entidad hicieron estas declaraciones en el marco de una conferencia de donantes convocada en Yakarta, y con la que el Gobierno espera obtener ayuda por un mínimo de 3.000 millones de dólares (3.333 millones de euros, medio billón de pesetas).

El equipo económico del Gobierno ha prometido que luchará por lograr los objetivos económicos. Pero el Ejecutivo reconoció que el crecimiento económico en la segunda mitad del año será inferior al 3,4% registrado en el primer semestre. Yakarta ha revisado además sus perspectivas para 2002, situando la expansión del PIB en el 4%.

Los buenas palabras del Gobierno no han convencido al Banco Mundial. "Por primera vez desde 1997, los enormes riesgos domésticos coinciden con una coyuntura internacional de igual riesgo", afirmó Jemal Kassum, uno de los vicepresidentes del banco. La entidad exige a Yakarta un mayor control de la inflación, medidas para luchar contra la corrupción y el blanqueo de dinero y acelerar la venta de los activos por valor de 3,1 millardos de dólares (3,4 millardos de euros, 573.000 millones de pesetas); estos activos son de entidades quebradas que han sido nacionalizadas por la Agencia Indonesia de Reestructuración Bancaria.

La ayuda económica es fundamental para un país asolado por décadas de corrupción y enfrentamientos étnicos y que arrastra una deuda externa estimada en 150.000 millones de dólares (166.600 millones de euros, 27,7 billones de pesetas).

Sin embargo, las perspectivas sobre la conferencia de donantes son pesimistas. El año pasado se celebró otra conferencia en Tokio; de las ayudas prometidas entonces (4,8 millardos de dólares, 5,3 millardos de euros), apenas se ha desembolsado la mitad.

Por otra parte, el nuevo canje de deuda doméstica promovida por el Gobierno argentino es interpretada por las agencias de calificación como una suspensión de pagos encubierta. La incapacidad de Argentina para hacer frente a sus obligaciones repercutirá negativamente en otras economías pendientes de la ayuda internacional, como Brasil, Turquía y la propia Indonesia. Precisamente el Gobierno turco manifestó ayer su confianza en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobará inminentemente el desembolso de 3,1 millardos de dólares, pendientes de la evaluación de los objetivos económicos prometidos.

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