España carece de imagen industrial entre los empresarios y consumidores chinos
España carece de una imagen de país definida en China y su nombre no se asocia a concepto empresarial o político alguno. Esta rotunda conclusión es el resultado de una encuesta realizada por la Cámaras de Comercio entre líderes políticos y empresariales del país asiático durante los primeros meses de este año. Mientras, los empresarios españoles allí instalados piden mayor continuidad y coordinación en los esfuerzos promocionales.
Trabajo no les va a faltar al vicepresidente Rodrigo Rato y demás autoridades económicas presentes en el encuentro empresarial hispano-chino que se abre hoy en Cantón si de verdad quieren que las empresas españolas puedan acceder a las enormes oportunidades de inversión y comerciales que se derivan de los gigantescos proyectos industriales y de infraestructuras programados por el Gobierno de Pekín y de los preparativos para los Juegos Olímpicos de 2008.
Porque el punto de partida no es, precisamente, alentador. A una balanza comercial bilateral que en 2000 arrojó un déficit para nuestro país de 686.273 millones de pesetas, con una de las tasas de cobertura más pobres de todo nuestro comercio exterior (apenas el 11,8%), se unen ahora los resultados de un informe realizado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio cuya conclusión no puede ser más contundente: España no sólo "carece de una imagen de país definida en China" sino que su nombre "no se asocia a concepto empresarial o político alguno".
Esfuerzo promocional
El trabajo, realizado durante el primer semestre de años mediante el sistema de encuesta entre los líderes políticos y empresariales chinos y los representantes de las empresas allí instaladas, destaca como las únicas referencias a nuestro país "coinciden con estereotipos folclóricos de carácter latino" y, aunque se nos define como un país "amigo y bonito", se nos atribuye también un "carácter de país menor".
Ni siquiera el éxito obtenido por empresas de servicios como Alsa y productos como Cola-Cao o Chupa Chups han servido para superar este desconocimiento porque "es-tos no se suelen relacionar con el país, de manera que pocos chinos conocen el origen español de la inversión".
Cierto es que la celebración de la Expotecnia de 1994 en Pekín y de la Expohábitat 2000 en Shanghai han contribuido "notablemente" a mejorar la imagen de nuestro país, pero los propios empresarios españoles estiman que estos esfuerzos son "insuficientes" y reclaman más continuidad y coordinación en los esfuerzos promocionales, reforzando además su carácter sectorial, para superar los "muchos años de retraso" en comparación con el resto de socios de la UE.
En contraposición a esta carencia de imagen de país, y como consecuencia directa de la misma, "tampoco existe ninguna imagen negativa que obstaculice la expansión de nuestro potencial económico". Entre los empresarios o autoridades chinas encuestadas ninguno considera como deficiente la calidad, la tecnología, el diseño, el precio o los servicios posventa españoles. Aunque para muchos son desconocidos, el informe destaca que los empresarios chinos que han tenido relaciones comerciales con España "suelen valorar positivamente las características de nuestros productos y servicios".
Se valora también positivamente el "alto prestigio" que tiene España en China como destino turístico y cultural, aspecto que los empresarios españoles proponen aprovechar para transmitir "una imagen de modernidad y desarrollo".
Fomentar las visitas de autoridades españolas y encuentros como el de Cantón es otra de las medidas apuntadas por los empresarios, al considerar que "la toma de decisiones en China tiene siempre un carácter institucional y el peso del sector público es de gran relevancia".