_
_
_
_

El Corte Inglés, a punto de comprar Marks Spencer en España y Portugal

El Corte Inglés tiene prácticamente cerrada la adquisición de las tiendas que la multinacional británica Marks & Spencer tiene en España y Portugal. La compañía presidida por Isidoro Álvarez mantuvo una reunión el pasado martes con los representantes sindicales de los trabajadores de Marks & Spencer en España en la que les comunicó que ha presentado una oferta global por las nueve tiendas españolas y las dos actualmente abiertas en Portugal.

Los 785 trabajadores que Marks & Spencer tiene en España tienen desde el pasado martes un excelente motivo para estar tranquilos. El líder de los grandes almacenes en España confirmó ese día en una reunión con los representantes sindicales que ha presentado una oferta global por la totalidad de las tiendas de la compañía británica en España y Portugal.

La propuesta de El Corte Inglés no afecta a las tres franquicias que la compañía tiene instaladas en las Canarias.

La oferta por el negocio, de la que no ha trascendido su cuantía económica, incluye el compromiso formal e irrevocable por parte de la sociedad presidida por Isidoro Álvarez de mantener en sus puestos a todos los trabajadores. Sin embargo ha dejado la puerta abierta para que los empleados elijan su próximo futuro laboral.

De acuerdo con fuentes sindicales, la dirección de recursos humanos de El Corte Inglés permitirá que los empleados de la compañía británica opten bien por quedarse e incorporarse como miembros de pleno derecho a su plantilla o bien acogerse al expediente de regulación de empleo presentado por Marks & Spencer.

Contrato

Según fuentes cercanas a la operación, ambas partes están ya sólo a la espera de cerrar los últimos flecos del contrato antes de anunciar formalmente la transacción.

Además del significativo refuerzo que la operación proporciona a la línea de negocio de venta de artículos textiles, la oferta supondrá el desembarco real de El Corte Inglés en Portugal, mercado en el que lleva mucho tiempo intentando entrar. De hecho tiene previsto inaugurar a finales de este año su primer centro comercial en la ciudad de Lisboa.

Marks & Spencer logra de esta forma el primer objetivo que se fijó para desinvertir en España. Encuentra una oferta global y de un operador de primer nivel. Una operación muy similar a la que ya ha cerrado en Francia, vendiéndole al Grupo Galerías Lafayette sus 18 tiendas y cediéndole sus 1.700 trabajadores.

Precisamente El Corte Inglés mantiene un acuerdo con el Grupo Lafayette que permite la utilización de las tarjetas de compra de cada una de ellas en cualquiera de sus establecimientos.

Los medios sindicales consultados aseguraron ayer que el perfil de la plantilla de Marks & Spencer -trabajadores ya de mediana edad y con un alto nivel de experiencia- encajan perfectamente en la características de El Corte Inglés. "Era muy difícil", aseguran, "que otras compañías que también se han interesado en la adquisición de las tiendas asumieran este tipo de trabajador, que no encaja de ninguna forma en el perfil de empresas como la española Zara o la multinacional sueca Hennes & Mauritz", dijeron.

La operación supone la segunda vuelta a la carga del departamento de expansión de El Corte Inglés en lo que va de año. A buen seguro el ejercicio de 2001 se convertirá en el año en que la empresa ha adquirido mayor superficie comercial después de la compra de los activos de su extinto competidor Galerías Preciados. A principios del pasado mes de junio cerró un acuerdo con la cadena de distribución Carrefour por el que adquirió cinco hipermercados por un precio todavía no desvelado.

Esta transacción se enmarcó en el proceso de desinversiones que el Gobierno español obligó a realizar al Grupo Carrefour para dar vía libre en España a la fusión de Pryca y Continente.

Además de El Corte Inglés, en aquella operación participaron el grupo vasco Eroski, que compró cinco centros también, y el grupo francés Alcampo, que adquirió dos hipermercados.

Venta de edificios

Ayer mismo el grupo Marks & Spencer comunicó al mercado que había llegado a un acuerdo con el grupo inmobiliario británico Topland Group Holdings para cederle el control de los inmuebles en los que tiene instaladas 78 tiendas, de los 380 establecimientos de venta que tiene en Gran Bretaña.

Según la propia compañía inglesa, con la operación ha ingresado un total de 580 millones de euros (96.500 millones de pesetas).

La transacción, cerrada en forma de venta con derecho a alquiler (lease back), está dentro de los planes diseñados por el máximo ejecutivo de Marks & Spencer, Luc Vandevelde, de conseguir un máximo de 800 millones de libras (más de 212.800 millones de pesetas) a través de la desinversión de sus activos inmobiliarios.

Estos planes pretenden aliviar las enormes dificultades económicas de la compañía, afectada en los últimos dos años por una sensible caída de ventas.

 

Vender para sobrevivir

El pasado 29 de marzo Marks & Spencer desveló que se veía obligado a aplicar un durísimo plan de recorte de actividad y despidos con el objetivo de rectificar la dramática caída de ventas y pérdida de rentabilidad.

El francés Luc Vandevelde, ejecutivo llamado en su día a organizar y gestionar la fusión de las francesas Carrefour y Promodès -trabajo al que renunció en el último momento-, aceptó el reto de reconducir la situación del gigante inglés.

Su diagnóstico sobre la situación fue brutal. Si Marks & Spencer pretendía seguir sobreviviendo, había que desprenderse de todos los negocios no estratégicos y poner en venta la mayor parte de las filiales internacionales para concentrarse únicamente en el mercado británico. Aquí se debía aplicar, además, un agresivo cambio de imagen y de rediseño de colecciones.

El plan suponía el despido de 4.400 trabajadores. Por entonces no se había declarado con toda su crudeza la actual crisis económica y de consumo y la medida fue contestada duramente por las organizaciones sindicales europeas.

En este contexto se enmarca el plan de desinversión en España, en el que existe el compromiso irrevocable de la empresa de negociar una solución para centros y plantilla antes del 15 de diciembre.

A partir de ese momento, Marks & Spencer España aseguró a sus trabajadores que procedería a cancelar los contratos con una indemnización pactada de 46 días de salario por cada año de servicio, con un tope de 42 mensualidades.

Hasta el momento, sólo ha logrado cerrar la venta de su filial francesa. Las 18 tiendas pasarán a manos del Grupo Lafayette, que a su vez ha suscrito un acuerdo de explotación del negocio junto a las sociedades francesas Pinault-Printemps-Redoute y Lagardere Media, además de la sueca Hennes & Mauritz y la holandesa C&A.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_