Gamesa rompe con Swearingen y pierde contratos por valor de 50.000 millones
El volumen de negocio de la división aeronáutica del grupo Gamesa se va a resentir en los próximos años, y no sólo por la crisis generalizada que afecta al sector.
Gamesa ha resuelto el contrato con la compañía norteamericana Sino Swearingen para fabricar la totalidad del fuselaje y las alas de un nuevo avión para ejecutivos que le iba a suponer unas ventas de 50.000 millones de pesetas (330,5 millones de euros) durante varios años, según publicó ayer El Correo.
El contencioso entre Gamesa y Sino Swearingen por el contrato de construcción del avión para ejecutivos tiene su origen en las modificaciones del acuerdo de construcción que solicitó el fabricante norteamericano. Los intentos de cambios provocaron que Gamesa anunciara su intención de recurrir a los tribunales americanos para denunciar la situación.
Las cuentas de la cartera de pedidos de Gamesa, cuyo principal contrato es con la compañía brasileña Embraer, sumaban cerca de 500.000 millones de pesetas (3.005 millones de euros) antes de que estallara la crisis que afecta al sector aeronáutico. Ahora estas estimaciones deberán ser sensiblemente revisadas a la baja.
Conflicto laboral
A la pérdida de contratos se suma la puesta en marcha de un plan de ajuste de plantilla que va a afectar a unos 500 trabajadores adscritos a la división aeronáutica de Gamesa, un 25% del total de esta división. Ayer, la mayoría de sus trabajadores secundaron una huelga en las plantas que el grupo tiene en Álava. Portavoces de Gamesa denunciaron que el paro se había producido por la actitud "intimidatoria" de los piquetes .
Mientras Gamesa asegura que intenta recolocar a los excedentes entre los proveedores, fuentes consultadas del sector afirman que será una operación complicada, ya que los proveedores verán mermadas sus principales fuentes de ingresos como consecuencia de la caída.