Washington se enfrenta a Israel tras la demolición de casas de palestinos
Estados Unidos criticó ayer duramente a Israel después de que su ejército demoliera cuatro casas en Jerusalén este dejando a 24 personas sin hogar.
"Estas demoliciones son muy provocativas. Socavan la confianza entre los partidos y sólo hacen mucho más difícil la restauración de la calma y la aplicación de las recomendaciones del comité Mitchell", criticó el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher. "Debe interrumpirse la demolición y la destrucción de las casas y las propiedades así como las incursiones en territorios palestinos", añadió.
Una vez más la Administración de George Bush mostró su desacuerdo con la política seguida por el Gobierno de Ariel Sharon, con el que a raíz de la invasión de seis ciudades palestinas han crecido las tensiones.
Sin embargo, Israel no parece muy dispuesto a remediarlo, ya que ayer volvió a incumplir las exigencias hechas por EE UU para que retirara sus tropas de las ciudades ocupadas. El ejército israelí ya abandonó Belén y Beit Yala, pero aún quedan otras cuatro ciudades ocupadas. Fuentes del Gobierno israelí seguían manteniendo ayer que su retirada no sería total hasta que cesaran completamente los ataques de los palestinos.
El ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, confirmó ayer que espera reunirse el próximo fin de semana en España con el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, aunque descartó que se llevaran a cabo negociaciones oficiales para desbloquear el proceso de paz.
Reunión Peres-Arafat
Ambos líderes tienen previsto acudir al Foro Formentor, que se celebrará en Mallorca esos días. "Seguramente nos reuniremos, pero no vamos a negociar porque creo que las negociaciones deberían ser preparadas muy cuidadosamente, de lo contrario crearán decepción en lugar de una esperanza", dijo Peres a los periodistas en Jerusalén. No obstante, Peres confirmó que está preparando un plan de paz. "Es cierto que estoy trabajando en un plan diplomático", dijo Peres, sin dar detalles. Señaló que el plan no ha sido sometido todavía a nadie, "incluyendo el primer ministro [Ariel Sharon]".
Como viene siendo habitual entre los líderes occidentales, Arafat obtuvo ayer el apoyo del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para la creación "de un Estado palestino independiente". Berlusconi explicó a Arafat, quien hizo un viaje de un día a Roma, su intención de apoyar un plan de ayuda para "la reconstrucción y el desarrollo palestino".