México obtendrá 15% menos de los ingresos previstos
La presión para que el Congreso apruebe la reforma fiscal anunciada por el Gobierno de Vicente Fox subió ayer cuando se conocieron los ingresos que espera tener el Estado este año. Según un informe del Ministerio mexicano de Hacienda, publicado ayer en por el diario Reforma, los ingresos del Estado serán un 15% inferiores a los recogidos por el Presupuesto de este año.
La desaceleración económica ha implicado para las finanzas públicas la pérdida de 1.312 millones de pesos (unos 27.000 millones de pesetas) por impuestos y 11.844 millones de pesos (unos 238.000 millones de pesetas) por otros conceptos, como no haber efectuado algunas privatizaciones previstas.
"Si llegamos al 15 de noviembre y no hay reforma fiscal, el Congreso estaría actuando de forma muy irresponsable, ya que el impacto sería muy negativo contra el pueblo mexicano", afirmó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Jorge Espina. En esa fecha empezarán en el Congreso las discusiones sobre el Presupuesto para 2002.
La reforma fiscal es uno de los pilares del programa económico de Fox, pero ha encontrado el rechazo del Congreso, donde ningún partido cuenta con mayoría absoluta. La oposición criticó duramente el proyecto de reforma enviado por el Ejecutivo porque contempla la aplicación del 15% del impuesto de valor añadido (IVA) a productos como alimentos, medicinas o libros, actualmente exentos del pago de tasas.
Las críticas apuntan a que, con los nuevos impuestos, Fox perjudica a las clases más humildes del país, en lugar de gravar más las fortunas más elevadas.
Inversión extranjera
El director general de Inversiones Extranjeras del Ministerio de Economía, Carlos García, afirmó que, si no se aprueban las reformas fiscal, laboral y energética, México correría el riesgo de no poder cumplir las metas de inversión extranjera directa de 20.000 millones de dólares (3,7 billones de pesetas) para el próximo año.
La inversión extranjera directa alcanzó en la primera mitad del año los 6.744 millones de dólares (1,2 billones de pesetas) y las previsiones apuntaban a que a finales de año debían llegar a 13.000 millones de dólares (2,4 billones de pesetas). Sin embargo, en estas cuentas el Gobierno no ha descontado el impacto en la economía mexicana de la desaceleración de Estados Unidos, los ataques terroristas del 11 de septiembre o la guerra en Afganistán.