Sindicatos y accionistas fuerzan la dimisión del presidente de United Airlines
La marcha de Goodwin se ha visto precipitada por la ola de protestas que desató una carta a los empleados en la que avisaba que la compañía está sufriendo una "hemorragia" de pérdida de liquidez y que podía "perecer" el año próximo.
Las presiones de sindicatos, empleados y accionistas han llevado al consejo de administración de UAL Corp., matriz de United Airlines, a pedir la dimisión del presidente ejecutivo, James Goodwin. El cargo ha sido asumido temporalmente por el consejero John Creighton, que también preside el consejo de la petrolera Unocal.
La marcha de Goodwin se ha visto precipitada por la ola de protestas que desató una carta a los empleados en la que avisaba que la compañía está sufriendo una "hemorragia" de pérdida de liquidez y que podía "perecer" el año próximo.
La nota, filtrada al público el 16 de octubre, hizo que los inversores castigaran con dureza a la compañía, que perdió un 25% de su valor en Bolsa en un plazo de 10 días. Además, generó una avalancha de protestas de empleados y de los poderosos sindicatos de pilotos y maquinistas (que controlan un 55% del capital de la compañía y están representados en el consejo de administración). Creighton no tiene experiencia ejecutiva en el sector de aerolíneas, pero ha tomado las riendas diciendo que está decidido a "restaurar la estabilidad financiera de United Airlines" y que no dejará que la compañía caiga en bancarrota.
La marcha de Goodwin pone fin a dos años y medio de mandato tormentosos, durante los cuales United Airlines ha perdido un 80% de su valor en Bolsa.
Goodwin se enfrentó el año pasado con el sindicato de pilotos durante la negociación del convenio, y estos orquestaron una protesta que obligó a United a cancelar 26.000 de vuelos. Finalmente, la compañía tuvo que ceder y autorizó aumentos salariales de hasta el 28%. El ejecutivo protagonizó, además, un intento frustrado de fusión con US Airways que fue bloqueado por los reguladores.
La compañía ha respondido a la crisis desatada por los atentados terroristas de septiembre suprimiendo 20.000 puestos, pero los analistas esperan que la empresa presente este jueves una pérdida trimestral de hasta 600 millones de dólares.