Los malos datos económicos de EE UU aceleran las tomas de beneficios en Bolsa
Los inversores encontraron ayer la excusa perfecta para pasar por caja. El BCE dejó invariable el precio del dinero, a pesar de las presiones en el seno de la unión monetaria. Pero esta decisión no hizo más que acelerar unas ventas que en las dos horas previas al anuncio eran la tónica general. Lo que de verdad sentó mal en las Bolsas fueron los malos datos publicados una hora más tarde en EE UU, que recordaron la frágil situación de la economía estadounidense.
Del BCE se podía esperar cualquier cosa. Las encuestas ya reflejaban que no todos los analistas tenían claro que la autoridad monetario europea fuera hoy a recortar los tipos de interés, a pesar de que el 90% lo creía necesario. Al no tratarse de una decisión totalmente inesperada, no puede achacarse al BCE toda la culpa de las caídas en Bolsa que, por otra parte, ya eran una realidad antes del anuncio.
En la mente de los inversores pesó más la posibilidad de que las recientes alzas de la renta variable puedan esfumarse a medida que los datos económicos empiecen a reflejar los daños ocasionados por los atentados terroristas contra EE UU. Por ello, la fuerte caída de los pedidos duraderos estadounidenses -un indicador muy ligado a la producción industrial- en el mes de septiembre aceleró las tomas de beneficios en Bolsa.
El anuncio del BCE apenas supuso para los índices europeos variación. En cambio, al conocerse tres cuartos de hora después que los pedidos duraderos de septiembre en EE UU habían caído un 8,5% frente al 1,3 esperado, las Bolsas agudizaron las caídas. La oleada de ventas fue mayor en aquellas plazas que más se han revalorizado en las últimas jornadas. En este sentido, el Ibex, que hasta el miércoles ganaba un 6,66%, cedió ayer un 2,69%. Muy similar fue el comportamiento de la Bolsa alemana, que en el periodo de coincidencia operativa cedía un 2,7% para terminar con una caída del 2% gracias a la mejora de Wall Street.
En un anota remitida por Merrill Lynch tras el anuncio del BCE, la analista Sharda Dean aseguraba que la decisión de no tocar los tipos de interés estaba justificada desde el punto de vista de la pérdida de credibilidad que hubiera sufrido la autoridad monetaria europea si hubiera sucumbido a las presiones del mercado.
No obstante, entre los expertos existe ahora un consenso mayor sobre la posibilidad de una bajada de un cuarto de punto del precio del dinero en la próxima reunión del BCE el próximo 8 de noviembre. Asimismo, la gran mayoría prevé para la eurozona una caída de medio punto hasta finales de año.
Paso hacia atrás
Los mismos valores que en las últimas sesiones auparon al Ibex por encima de los 8.000 ayer le apearon de esta cota. En este sentido, destacaron las caídas de los grandes bancos, BSCH (-3,45%) y BBVA (-3,39%), y de los valores con un componente tecnológico, como Telefónica (-2,86%), Terra (-5,69%) y Telefónica Móviles (-4,87%). Gamesa, con un retroceso del 6,56%, y Sogecable (-6,24%) fueron las más castigadas de la sesión.
Los inversores en Bolsa española se abalanzaron, por tanto, sobre aquellas compañías que habían registrado una mayor revalorización en las últimas jornadas, y tan sólo Inditex (1,68%), NH Hoteles (+1,54%), Acerinox (+0,98%), Acesa (+0,95%), Red Eléctrica (+0,80%) y Sol Meliá (+0,26%) terminaron en positivo.
La virulencia de las ventas en la segunda mitad de la sesión hace pensar a algunos expertos que los índices pueden haber agotado la tendencia alcista de las últimas semanas. "Pese a que el análisis técnico anticipa nuevos repuntes en el Ibex, creo que su comportamiento hasta finales de año puede ser plano o de consolidación de los niveles mínimos, ya que los mercados se tienen que enfrentar hasta esa fecha a un buen número de malas noticia económicas y empresariales", apuntó Benjamín Rodríguez, analista para España de la firma londinense IdeaGlobal.