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El 57% de los exportadores confirma un aumento de pedidos hasta junio

El 57% de las empresas exportadoras españolas declara tener expectativas de aumento en sus pedidos exteriores hasta junio de 2002, frente a sólo un 5% que prevé un descenso en su cartera. Aunque la encuesta trimestral de Economía no recoge el impacto de los atentados en EE UU, responsables de Comercio afirman que no se ha detectado alarma en el sector exportador.

La desaceleración del comercio mundial por efecto de la crisis económica no ha producido aún deterioros alarmantes en el negocio exterior de las empresas exportadoras españolas que, pese a reconocer una cierta moderación de su cartera de pedidos, se muestran optimistas respecto a la evolución a medio y largo plazo.

Esta relativamente buena evolución de nuestro sector exterior se desprende de los resultados de la encuesta de coyuntura de la exportación correspondiente al segundo trimestre de este año, presentada ayer por el secretario general de Comercio Exterior, Francisco Utrera, y que muestra cómo el 37% de las empresas mantuvo un nivel de actividad exportadora alto entre abril y junio, cinco puntos más que en el trimestre anterior, mientras que suben dos puntos, hasta el 15%, las que lo consideran bajo.

Esta evolución alcista del negocio exterior muestra una pronunciada desaceleración al analizar el comportamiento de la cartera de pedidos para el tercer trimestre, variable en la que domina la tendencia a la estabilidad, a la que se apunta el 63% de las empresas encuestadas. Mientras sólo un 21% admite una variación al alza, con una caída de 17 puntos respecto a los resultados de marzo y suben del 11% al 15% las empresas con pedidos a la baja.

Mucho más optimistas son, sin embargo, las expectativas de cartera a 12 meses, hasta junio de 2002, que muestran una mayoría de empresas, el 57%, que declara un aumento de pedidos exteriores, mientras que un 36% estima que se mantendrá estable y sólo un 5% prevé caídas en sus ventas. Unas tasas muy similares a las del trimestre precedente.

Impacto de los atentados

Aunque la encuesta no refleja aún el impacto de los atentados terroristas en EE UU del 11 de septiembre (el trabajo de campo se realizó entre el 4 y el 17 de julio), sí recoge los efectos de la recesión económica, hecho que permite a los responsables de Comercio mantener las previsiones sobre la aportación del sector exterior a la economía en 2001 y de ganancia de cuota de mercado mundial de nuestras exportaciones.

A este respecto, Francisco Utrera recordó cómo el avance real de las exportaciones españolas hasta julio es del 5,1%, frente al 2% reconocido por la OMC para el comercio mundial. Y aunque ad-mitió no tener datos del comportamiento de las ventas exteriores después del 11 de septiembre, sí aseguró que "la desaceleración económica posterior a los atentados no ha generado alarma en el sector exportador español ni un derrumbe en los mercados".

Respecto a la evolución de la demanda por sectores, la encuesta de coyuntura revela que las empresas con mayor actividad exportadora en el segundo semestre fueron las del automóvil y las que tienen una facturación exterior superior a los 2.500 millones de pesetas, mientras que las caídas de ventas afectaron en mayor medida a las manufacturas y a las empresas con menos de 100 millones de facturación.

Automóvil y materias primas son también los sectores que concentran el mayor número de empresas, con expectativas de cartera al alza a 12 meses, con el 92% y 63%, respectivamente, del total.

 

La inflación frena la mejora de la competitividad

Un factor que está influyendo positivamente en la actividad exterior de las empresas es la ganancia de competitividad en precio de las exportaciones españolas. En el segundo trimestre de este año mejoró un 0,8% frente la OCDE debido a la depreciación del euro (y, en consecuencia, de la peseta) frente a las monedas de la mayoría de los países desarrollados, y en especial respecto al dólar estadounidense (5,7%), el dólar canadiense (4,8), la libra esterlina (2,9%),la corona noruega (2,4%) y el yen japonés (1,9%).

Esta debilidad del euro se vio contrarrestada en parte por el aumento del 0,1% en nuestro diferencial de inflación con el resto de la OCDE, que sigue siendo superior al del promedio de la zona euro y "frena, por tanto, la posibilidad de obtener mayores ganancias de competitividad en los mercados exteriores", como reconoce el propio Ministerio de Economía.

Con relación a la Unión Europea, la mejora de la competitividad fue de sólo el 0,3% como consecuencia de la citada depreciación de la peseta frente a la libra y la corona danesa (0,1%), mientras que el diferencial de precios permanecía invariable. Tampoco varió este diferencial con la zona euro, manteniendo así el nivel de competitividad en estos mercados donde los tipos de cambio son irrevocablemente fijos.

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