Los gobernadores exigen a Cavallo una rápida solución a la crisis

El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, regresó ayer de un viaje de dos días a Estados Unidos y se reunió de inmediato con los gobernadores provinciales. Los mercados han vuelto a agitarse y a dudar de que la crítica situación del país encuentre una rápida y duradera salida.

Cavallo habría regresado de Nueva York con las manos vacías. Esa es, al menos, la versión que ofrecieron fuentes financieras argentinas consultadas por Cinco Días. "El único logro de Cavallo fue haber sido recibido por el presidente de la Reserva Federal de Nueva York. Pero no logró conmover a las autoridades del Tesoro y de la Reserva Federal en Washington", aseguró un banquero.

Sin embargo, funcionarios del Palacio de Hacienda de Buenos Aires dijeron que el ministro se encontró con "banqueros y funcionarios, aunque no vio a David Mulfor, del Crédit Suisse, como han informado algunos periódicos". Sin calificar de exitosa la corta gira de 48 horas protagonizada por el ministro, el funcionario afirmó que "algo se ha conseguido, ya que la negociación con los gobernadores va bien encaminada".

Apenas puso los pies en la capital argentina a media mañana de ayer (hora argentina), Cavallo se dirigió a la Casa de Gobierno, donde explicó los resultados de su periplo al presidente Fernando de la Rúa. Nada trascendió oficialmente de los asuntos tratados. Poco después, el ministro se dirigió, acompañado por sus pares de Interior, Ramón Mestre, y el jefe de gabinete, Chrystian Colombo, a encontrarse con los gobernadores provinciales para continuar la reunión suspendida el viernes pasado. Poco antes del inicio del cónclave, el gobernador peronista de la mayor provincia argentina, Buenos Aires, indicó que "esperaba que Cavallo traiga soluciones".

El ex superministro, devaluado políticamente tras siete meses de fracasada gestión, voló secreta e intempestivamente a Nueva York el lunes, en un intento extremo por recabar apoyo e información de banqueros privados y funcionarios del Gobierno de Estados Unidos. Mientras tanto, los gobernadores aguardaban su regreso, ya que toda la situación económica del país está pendiente de que el Gobierno nacional y las provincias logren un acuerdo de reparto de ingresos impositivos.

Hasta el viernes, ese pacto no se había logrado por diferencias sobre el destino de la deuda que los Gobiernos provinciales mantienen con los bancos privados. Estos últimos están dispuestos a aceptar que el Estado nacional se haga cargo de la deuda, pero no aceptan la reducción de los tipos de interés que proponen las provincias.

En su lugar proponen que la diferencia entre los tipos actuales del 24% anual, y los más bajos que finalmente surjan de la negociación, sea cubierta capitalizando los intereses. Los gobernadores se oponen de plano, quieren una reducción de esos tipos al 7% anual y Cavallo no ha logrado arbitrar con éxito esta diferencia entre ambas partes.

El viaje del ministro, que ha desatado una ola de rumores que van desde una devaluación inmediata del peso hasta la dolarización, pasando por la suspensión de pagos del país, ha hecho subir el riesgo-país. Ayer, ese índice se elevaba a 1.770 puntos, por encima del nivel de 1.734 del día anterior. La Bolsa caía un 0,33% y el nivel de negociaciones era muy bajo.

Los índices de la situación no mejoran, sino que, por el contrario, tienden a empeorar. Ayer, una encuesta mostraba que las ventas en centros comerciales y supermercados caen hasta niveles récord del 23%. Ahora, el ministro debe hallar un rápido acuerdo con bancos y provincias.

Si esto es posible, el paso siguiente de su cartera y del Gobierno sería anunciar medidas de ayuda a la reactivación económica.

Sobre esa base, el presidente De la Rúa decidiría, finalmente, la reorganización de su Gabinete. Y de esa manera, el Gobierno podría recuperar la iniciativa política. Una retahíla de condicionales como puede verse.