Un testigo declara a la juez que Camacho controlaba tres sociedades de EE UU y Belice
Antonio Camacho, dueño de Gescartera, controlaba tres sociedades instrumentales domiciliadas en EE UU y Belice, según declaró ayer en el juzgado el responsable de Amerinvest, José Francisco Jiménez Criado, quien vendió cinco sociedades extranjeras a Camacho y al apoderado de la agencia de valores, José María Ruiz de la Serna.
Según la declaración como testigo de Jiménez Criado, a principios de año vendió cinco sociedades a Camacho, Ruiz de la Serna y Gescartera. Dos de ellas, Murrels y Martin Investment, eran propiedad de una tercera, Astra Corporation, cuyo director era Camacho. Esta circunstancia hace sospechar a las acusaciones que el dinero de los inversores de Gescartera ha podido desviarse a través de estas sociedades, aunque es un asunto que aún está siendo investigado por la policía judicial. Una investigación que la juez Teresa Palacios mantiene secreta.
Según la declaración de Ruiz de la Serna, las sociedades fueron compradas entre enero y mayo de este año para trasladar toda la operativa de las inversiones con el fin de obtener "seguridad y más transparencia". Las sociedades, aparentemente, aparecen vacías de actividad en el momento en que la agencia fue intervenida el pasado mes de junio.
Camacho declaró que quiso utilizar Martin Investment para buscar un socio extranjero para salvar las inversiones de los casi 2.000 clientes de Gescartera.
También compareció ayer como testigo José Alfonso Castro, subdirector de la oficina de La Caixa en Majadahonda (Madrid), con la que operaba la agencia de valores. Al igual que declarara el director de la entidad bancaria, aseguró que los certificados, supuestamente emitidos por La Caixa, con los que Camacho ocultó a la CNMV un desfase patrimonio de 4.500 millones, son falsos, tanto la firma como el documento.
El subdirector de la agencia bancaria reconoció que la agencia abonaba cheques al chófer de Camacho sin exigir la conformación de los mismos ni la identificación del que percibía el dinero.