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Jesmar asegura que sólo tiene futuro si recibe ayuda de los bancos

Jesmar tiene futuro si los bancos le prestan su apoyo. æpermil;sta es la conclusión del plan de viabilidad encargado por la compañía, que establece la vuelta a los números negros este mismo año gracias a la reducción de costes. La juguetera alicantina suspendió pagos a finales del año pasado y necesita urgentemente líneas de financiación debido a la estacionalidad de las ventas.

La empresa alicantina Jesmar prevé volver este año a los beneficios gracias a la reducción de gastos que ha puesto en marcha y a pesar de que sus ventas se reducirán un 19%. No obstante, el plan de viabilidad presentado recientemente advierte que la empresa necesita la confianza de los bancos para seguir funcionando.

Según afirma la consultora Ralsa Gestión, autora del plan, "de no solucionar la sociedad su problema de tesorería en cualquiera de sus variantes, no podría continuar su actividad económica aun cuando la cuenta de resultados sea positiva". El plan cifra estas necesidades en unos 450 millones de pesetas (2,7 millones de euros) hasta enero de 2002, después de que la empresa haya conseguido 150 millones de pesetas (0,9 millones de euros) de descuento comercial para las ventas a grandes superficies.

Según Ralsa Gestión, "Jesmar y sus acreedores han de encontrar una solución a los problemas de tesorería y llegar a un acuerdo, dadas las circunstancias que concurren en ella: tiene producto, marca, red comercial y saber hacer".

Jesmar, que suspendió pagos en diciembre de 2000 con un pasivo de 3.139 millones de pesetas (18,87 millones de euros), debe actualmente a los bancos 2.499 millones de pesetas (15,02 millones de euros), ya que algunos tenían cobros pendientes de clientes.

Los principales acreedores son la CAM (con 447 millones de pesetas), Banesto (305) BBVA (299) y Bancaja (253). Entre los no bancarios destaca la agencia de publicidad McCann-Erickson, con 333 millones, aunque 109 de ellos se trasladarán a los bancos cuando esta empresa ejecute los avales.

La empresa de Biar prevé terminar el año con unas ventas de 2.282 millones de pesetas (13,72 millones de euros), un 19% inferiores a las de 2000, debido a una disminución en el número de muñecas vendidas y a una reducción del 11% en el precio de venta.

Los beneficios serán de 55,5 millones de pesetas (0,33 millones de euros) en un escenario neutro, pero podrían alcanzar los 169 millones (1,02 millones de euros) en el mejor de los casos o tornarse en 59 millones de pérdidas en el peor de los escenarios.

Jesmar modificó al alza las pérdidas de 2000 inicialmente anunciadas, que finalmente alcanzaron los 995 millones de pesetas (5,98 millones de euros) debido a la reducción del margen bruto, el aumento de los consumos, el incremento de los gastos y las provisiones que tuvo que hacer para incobrables.

Medidas de ajuste

Entre las medidas de ajuste introducidas por José Luis Juan, propietario junto a sus hermanos de Jesmar, destaca la reducción del número de referencias, al eliminar del catálogo aquellas que no alcancen un número mínimo de unidades vendidas. El precio medio se reduce, pero se eliminan las bonificaciones, que eran muy altas.

Otra medida importante es la fuerte disminución del gasto en publicidad, especialmente en televisión y en el extranjero, que el año pasado supusieron un tercio del presupuesto de ingresos.

Como consecuencia de esto, se prevé que las ventas nacionales superen ligeramente a las exportaciones, en contra de lo que era habitual. Según establece el plan, con éstas y otras medidas, la compañía debe obtener beneficios siempre que sus ventas superen los 2.150 millones (12,92 millones de euros).

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