El grupo ITP frenará su desarrollo por la crisis que afecta al sector aeronáutico
Joaquín Coello, primer ejecutivo de ITP, aseguró ayer en Baracaldo (Vizcaya) que las inversiones industriales se mantendrán y que se descarta una reducción de plantilla en las empresas del grupo.
El despegue de Industria de Turbo Propulsores (ITP) sufrirá una ligera demora. La compañía fabricante de turbinas, fundamentalmente para motores de avión, va a revisar a la baja su estrategia de crecimiento como consecuencia de la crisis que afecta al sector aeronáutico mundial, lo que supondrá que la facturación en 2002 será de 60.000 millones de pesetas, (360,6 millones de euros), la misma con la que se acabará en 2001, en vez del aumento previsto del 27%.
Joaquín Coello, primer ejecutivo de ITP, aseguró ayer en Baracaldo (Vizcaya) que las inversiones industriales se mantendrán y que se descarta una reducción de plantilla en las empresas del grupo. Coello, durante la inauguración de Precicast, su filial al 60% y fabricante de piezas para turbinas de gas en la que ha invertido 4.200 millones de pesetas (25,2 millones de euros), afirmó que la crisis que afecta al sector aeronáutico es temporal "y, por tanto, superable".
El grupo ITP, en cuyo capital participan Rolls Royce con un 47% y Sener y la Sepi con el 53% restante a partes iguales, cuenta con plantas en México, Estados Unidos y España. En sus planes estaba previsto invertir más de 100.000 millones de pesetas (601 millones de euros) en los próximos 10 años, con incrementos de facturación anuales del orden del 20%. A mediados de este año, ITP cerró un acuerdo con Rolls Royce para fabricar en exclusiva las turbinas de baja presión para los motores Rolls que se montarán en los aviones de más de 200 pasajeros.
Este contrato a 30 años, que le puede suponer una facturación global de un billón de pesetas (6.010 millones de euros), no se resentirá, según Joaquín Coello, pese a la crisis que sacude al grupo británico.