Villar Mir reclama a EnBW una indemnización por Cantábrico
Ante las negociaciones que EnBW mantiene con EDP y Cajastur para revisar la composición accionarial y lograr un pacto de gestión en Cantábrico, su socio Villar Mir afirma que esa posición contraviene los pactos alcanzados cuando lanzaron la OPA sobre la empresa asturiana. Con esta situación reclama compensaciones y la renegociación del futuro de Ferroatlántica.
El presidente de Ferroatlántica, Juan Miguel Villar Mir, quiere negociar con la alemana Energie Baden Württemberg, su socio en la oferta pública de adquisición (OPA) de acciones lanzada sobre Cantábrico, una compensación ante lo que considera que puede convertirse en un incumplimiento de los acuerdos suscritos. Villar Mir mantiene la posición, que ya anunció cuando concluyó la oferta pública sobre la eléctrica asturiana, respecto a la no cesión de la participación mayoritaria lograda en la OPA (el 59% del capital).
Por el contrario, EnBW (participada por la francesa EDF) mantiene negociaciones con los otros accionistas de Cantábrico, la portuguesa EDP y Cajastur (entre ambos controlan el 35% de las acciones) para alcanzar un pacto de gobierno en la empresa asturiana. Y es que la vía de la negociación es la que EnBW y los bancos asesores consideran más válida para superar el blindaje estatutario y ejercer derechos de voto por encima del 10%.
Hasta el pasado viernes esas conversaciones tenían un carácter básicamente teórico, pero ahora, con el levantamiento de la suspensión cautelar de los derechos políticos por parte del Gobierno español tanto a EnBW como a EDP, las posiciones de todas las partes implicadas adquieren un aspecto más formal.
En este contexto se inscribe la reclamación de Villar Mir, que podría traducirse en una compensación y en la anulación posterior de la entrada de EnBW en Ferroatlántica. Ambos socios suscribieron un complejo acuerdo: el grupo del empresario español carecía de la capacidad financiera precisa para lanzar una OPA sobre Cantábrico y EnBW necesitaba un aliado español. Como consecuencia, las acciones de Ferroatlántica están pignoradas como garantía del crédito superior a los 300.000 millones concedido al grupo germano para que hiciese frente al pago a los accionistas que acudieron a la oferta pública.
Según fuentes consultadas, en cumplimiento del folleto de OPA, EnBW deberá tomar el 50% de Ferroatlántica antes del 1 de diciembre, aunque paralelamente pueden negociar la disolución del acuerdo. No se descarta que, en ese caso, sea preciso una OPA sobrevenida, aunque ésta no tenga mayor trascendencia, ya que sólo el 2% o el 3% de la empresa asturiana está en manos de minoritarios.
Negociación paralela
EnBW, en paralelo a las conversaciones con Villar Mir, mantiene otras negociaciones que tendrán previsiblemente más impacto en el futuro de la empresa que preside Manuel Menéndez. Se trata de la revisión de la composición accionarial que supondría un aumento significativo (podría elevarse al 20%) de la presencia de EDP en detrimento de la participación de la alemana.
Esa cesión se acompañaría de una modificación de los actuales defensivos