Los particulares pueden cambiar 2,5 millones de pesetas sin identificarse
Los particulares que quieran cambiar pesetas por euros a partir del próximo 1 de enero podrán hacerlo sin identificarse, siempre y cuando la cantidad de dinero que entreguen en el banco no supere los 2,5 millones de pesetas.
A propósito de una posible afloración de dinero negro una vez se instaure físicamente el euro en las economías domésticas, el director general del Banco de España, Javier Ariztegui, explicó ayer durante la jornada Que viene el euro, celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, que regirá la normativa vigente desde hace ocho años, cuando se aprobó la Ley 19/1993 sobre determinadas medidas de prevención del blanqueo de capitales.
Según el Real Decreto 925/- 1995, de 9 de junio (publicado en el BOE el 6 de julio), que desarrolla esta norma, se excluye de la obligación de identificarse a los clientes que realicen cambios cuando el importe de éstos no supere los 2,5 millones de pesetas.
Con todo, en el decreto se especifica que, cuando se aprecie que los clientes fraccionan la operación en varias con el fin de eludir el deber de identificación, se sumará el importe de todas ellas y se procederá a exigir su identificación.
Ariztegui explicó que esta identificación se realizará siempre que el dinero a cambiar sea entre 2,5 y 5 millones de pesetas, pero sólo a partir de 5 millones se identificará a los clientes y se comunicará la transacción al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales, dependiente del Banco de España.
Durante su intervención, el director general del Banco de España detalló la operación logística diseñada para poner en el mercado 1.650 millones de billetes y 5.600 millones de monedas en euros, lo que se conoce como stock de lanzamiento, emisión que ascenderá a 1.924 millones de billetes y 7.100 millones de monedas, si se suma el stock de maniobra.
Tanto José Folgado, secretario de Estado de Economía, que participó en la jornada, como Javier Ariztegui explicaron que las pequeñas empresas, especialmente los comerciantes, podrán desde el 1 de diciembre adquirir euros en sus entidades bancarias con objeto de favorecer el cambio de las compras en euros aunque se pague en pesetas.
Sin contrato
Cuando las empresas compren una cantidad inferior a 1.000 euros (160.000 pesetas) no estarán obligados a firmar ningún contrato, sólo será necesario en el caso de que la cantidad sea superior a ese dinero. El objeto es preservar la circulación de euros antes de 2002. Las grandes empresas pueden desde hace 45 días firmar estos contratos de predistribución.
El director general explicó también que la distribución de monedas a bancos y grandes superficies comenzó en septiembre y que ya se ha repartido el 50% del stock de lanzamiento. Será el 15 de diciembre cuando los euromonederos, con una cantidad aproximada de 2.000 pesetas, se entregue a los particulares. Las entidades bancarias están demandando una media de 40 millones de pesetas por sucursal, especialmente billetes de 5 y 10 euros. El coste de la operación euro rondará los 100.000 millones de pesetas.