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La alemana Siemens eleva a 17.000 la cifra de despidos en su plantilla

Las empresas de telecomunicaciones, principalmente los fabricantes de equipos, han anunciado una segunda ola de despidos. Si la semana pasada era la estadounidense Motorola la que acentuaba el recorte de su plantilla, ahora le ha tocado el turno a la alemana Siemens, que ayer cifró en 7.000 los nuevos empleos que desaparecerán en sus negocios de redes de telecomunicaciones y telefonía móvil por la caída de la demanda. Con estos recortes, serán 17.000 las personas que perderán su puesto de trabajo en el gigante alemán.

Siemens, el fabricante alemán de electrónica, eliminará 7.000 empleos adicionales de sus negocios de redes y telefonía móvil. Esta medida eleva a 17.000 los despidos anunciados en lo que va de año, lo que representa ya el 4% de la plantilla.

La decisión forma parte del programa de reestructuración que puso en marcha la compañía en junio y que persigue ahorros de 2.400 millones de euros con los recortes de plantilla.

Siemens tiene previsto cerrar la mitad de sus 20 centros de producción de redes de telecomunicaciones. Esta filial, denominada ICN, se ha visto afectada por la caída de la demanda de equipos de telecomunicaciones. ICN tuvo pérdidas de 563 millones de euros en el tercer trimestre (finalizado el pasado mes de junio), frente a los beneficios de 133 millones de euros del mismo periodo del año anterior. La compañía ha presupuestado 375 millones de euros en provisiones para cubrir los costes de reestructuración. Los despidos adicionales, que fueron anunciados ayer, se habían anticipado en el sector tras la llegada el mes pasado de Thomas Ganswindt a esta división del grupo. Ganswindt tiene reputación de experto en reducción de costes, y la posibilidad de nuevos recortes sigue abierta.

Dentro de ese programa de reestructuración de ICN se prevé mantener las fábricas de redes de Alemania, China y Brasil, que son las que están más avanzadas tecnológicamente. Alrededor de 3.000 despidos tendrán lugar en Alemania.

Los ataques terroristas del 11 de septiembre no han hecho más que acelerar la caída de la demanda de equipos. En Bolsa, los títulos de Siemens se han visto fuertemente penalizados en los últimos meses y la compañía ha perdido ya más de la mitad de su valor en lo que va de año.

La situación de Siemens no es ajena a lo que ocurre en el resto del sector. Empresas rivales, incluida Alcatel, han recortado empleo con el objetivo de relanzar los beneficios.

Motorola, uno de los líderes en la fabricación de teléfonos móviles, ha anunciado que serán 39.000, finalmente, los empleados que perderán su puesto de trabajo en la compañía estadounidense. Y la sangría no ha hecho más que comenzar. Vodafone, la principal operadora de telefonía móvil del mundo y propietaria en España de Airtel, estudia su primer programa de reducción de plantilla, según fuentes próximas a la negociación consultadas por Reuters.

Vodafone y Unisys

Vodafone da empleo a unos 57.000 trabajadores en todo el mundo. Algunos medios han apuntado que el recorte podría afectar a unos 1.000 empleos. La compañía ha seguido una política de adquisiciones en los dos últimos años. Actualmente, el 80% de su plantilla trabaja fuera de Reino Unido. Entre las compras recientes está la toma de control en Airtel, en Japan Telecom o la adquisición de Mannesmann en Alemania.

El fabricante británico de telecomunicaciones Marconi, que ayer presentó sus resultados trimestrales, por su parte ha recortado la plantilla en casi 6.600 trabajadores en seis meses, dentro del plan de reestructuración que ha puesto en marcha.

En lo que va de año son cerca de 400.000 los trabajadores que han perdido su puesto de trabajo en el sector de nuevas tecnologías, fundamentalmente en el área de fabricación, por la caída de la demanda.

Tras los atentados del 11 de septiembre se ha producido una nueva oleada de anuncios de reducción de plantilla. La empresa de servicios de informática Unisys se sumó ayer al coro, y aseguró que suprimirá 3.000 empleos, tras desvelar una caída del 53% en su beneficio trimestral, que apenas superó los 22 millones de euros. La facturación también cayó un 6% hasta poco más de 1.550 millones.

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