La CE multa con 12.000 millones las tácticas comerciales de Mercedes

La Comisión Europea impuso ayer una multa de casi 72 millones de euros a la automovilística DaimlerChrysler por impedir la libre competencia entre sus concesionarios, imponer condiciones abusivas a ciertos clientes y restringir, en Alemania y España, la distribución de vehículos Mercedes. También decidió bloquear la fusión entre Legrand y Schneider.

El fabricante de Mercedes mereció ayer el dudoso honor de colocarse en el tercer lugar de la lista de mayores multas (individuales) que ha impuesto la Comisión Europea por prácticas comerciales fraudulentas. La pool position la ocupa otra empresa del sector, Volkswagen (con 102 millones de euros) en una parrilla donde también Opel Holanda se sitúa en sexto lugar (43 millones) y Volkswagen repite plaza en la décima posición (casi 31 millones).

El comisario de Competencia, Mario Monti, situó ayer estas cuatro multas impuestas en un plazo de sólo tres años en el contexto general de un sector que disfruta de un régimen especial de distribución que expira en septiembre de 2002. Ante una posible extensión de ese régimen, advirtió ayer el comisario, "tomaremos en cuenta el cumplimiento -más bien el incumplimiento- de las reglas actuales por parte de los fabricantes".

Como ya ocurriera con Volkswagen en 1998 y con Opel el año pasado, la Comisión considera ahora probado que DaimlerChrysler ha cometido tres infracciones graves contra las normas de competencia comunitarias. "Nues-tra investigación también ha demostrado, una vez más, que los fabricantes de automóviles pueden en gran medida controlar a sus distribuidores y castigar a aquellos cuyo comportamiento comercial no sea de su agrado", sentenció ayer el comisario.

El fabricante de Mercedes, en concreto, instruyó a los concesionarios alemanes para que no vendieran automóviles fuera de sus territorios respectivos. A sus distribuidores les aconsejó que desanimaran a los clientes extranjeros exigiéndoles un depósito del 15% al encargar un vehículo, práctica que no utilizaban con los clientes locales.

En Alemania y España, DaimlerChrysler se dedicó, según la Comisión, a restringir la venta en régimen de leasing a través de intermediarios financieros independientes de la compañía. Los agentes y distribuidores de Mercedes en esos dos países no despachaban un vehículo a esas entidades hasta que no demostraran fehacientemente que disponían ya de un cliente para el mismo. Esto impedía a los intermediarios de leasing beneficiarse de mejores condiciones por adquirir una flota de Mercedes y trasladar esa rebaja a sus clientes. La CE resalta que la comercialización mediante leasing representa "una parte sustancial" en las ventas totales de Mercedes.

En Bélgica, Mercedes limitó las rebajas ofrecidas por sus distribuidores. Para ello no dudó en recurrir a la artimaña de un falso cliente que, tras rondar y visitar los concesionarios, ponía al corriente de sus prácticas comerciales a los fabricantes. El distribuidor que cometía la imprudencia de ofrecer rebajas por encima del 3% autorizado por DaimlerChrysler veía reducido el suministro de coches. Para la CE, esto equivale a imponer precios de reventa. Daimler ha anunciado que recurrirá esta multa.

Pese a la multa, la empresa alemana mantiene una buena marcha en el aspecto comercial. Ayer se hizo público que la facturación de Mercedes España, la filial española de la marca de Daimler, registró una cifra de negocios de 2.012 millones de euros (334.768 millones de pesetas), un 16% más. La empresa ha aumentado su facturación gracias a una mejor evolución de ventas de turismos. Desde Mercedes Benz se espera cerrar el año con un nuevo récord de facturación y beneficios por quinto año consecutivo. Estas mismas cifras recogen una caída de la producción en su fábrica de Vitoria del 5%.

Por otra parte, el comisario Monti prohibió ayer la fusión entre Legrand y Schneider, los dos principales fabricantes franceses de material eléctrico. El veto a esta operación de 6.420 millones de euros (1,06 billones de pesetas) es la número 16 de una lista de operaciones frenadas de este tipo en casi 11 años, cuatro de ellas durante el mandato de Monti. Pese a las presiones francesas, el voto de los comisarios ha sido unánime. Schneider recurrirá ante el Tribunal Europeo la decisión.