Los Gobiernos presionan al BCE para que baje los tipos
El ministro francés de Economía, Laurent Fabius, insistió ayer en que los riesgos que amenazan a la economía europea, el rigor presupuestario de los Estados y el control de la inflación deberían inclinar al Banco Central Europeo (BCE) a relajar la política monetaria. A pesar de las presiones, no hay un pronóstico claro sobre la decisión que tomará hoy el BCE, dadas las reticencias que la entidad ha mostrado a modificar su política.
En un alarde de independencia, el presidente del BCE, Wim Duisenberg, mantiene sus reticencias a bajar los tipos de referencia, toda vez que los objetivos inflacionistas están aún lejos de cumplirse.
La convicción entre los analistas es que el BCE relajará la política monetaria antes de fin de año, pero todo es posible sobre su decisión de hoy. No obstante, de reducir los tipos, la apuesta de los expertos es que la autoridad monetaria los baje un cuarto de punto, hasta el 3,5%.
Las malas perspectivas económicas de todos los países europeos deberían animar a la autoridad central a rebajar el precio del dinero para estimular la inversión y el crecimiento económico. El último dato negativo ha sido el del paro alemán, publicado el pasado martes y que mantiene la tasa de desempleo en el 9% de la población activa. El número de desempleados asciende en la primera economía de la zona euro a 3,74 millones y algunos expertos pronostican que alcanzará los cuatro millones a principios del año próximo.
Se espera que los atentados del 11 de septiembre en EE UU aceleren la crisis en todo el mundo, repercutiendo en la creación de empleo. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, afirmó el martes que la economía europea no se recuperará hasta el año próximo, insistiendo en que el crecimiento de la zona euro estará claramente por debajo del 2%.
Margen de maniobra
El presidente de turno del Ecofin, el ministro belga de Economía, Didier Reynders, también ha enviado un recado a Duisenberg afirmando que el BCE tiene "margen suficiente" para aplicar la tan deseada rebaja.
El ministro francés del ramo, Laurent Fabius, volvió ayer a la carga con esa misma idea: "La inflación cayó por debajo del 2% en agosto en Francia y hay razones suficientes para creer que esta tendencia bajista se verá confirmada en todos los países europeos. Hay margen de maniobra suficiente para las autoridades monetarias". Fabius sugirió que el esfuerzo de los Gobiernos comunitarios por mantener el rigor presupuestario en un momento en el que la crisis incita a incrementar el gasto público debería tener una recompensa por parte del BCE en forma de tipos más bajos.
La Reserva Federal estadounidense bajó la semana pasada medio punto los tipos de interés para dejarlos en el 2,5%, el nivel más bajo en los últimos 39 años. El Banco de Inglaterra también actuó rápido, atendiendo a las preocupaciones de la ciudadanía y la desconfianza de los empresarios, y bajó un cuarto los tipos hasta el 4,5%.
Pero el BCE defiende su independencia y Duisenberg señala que la autoridad emisora no tiene por qué hacer seguidismo de decisiones de otros bancos centrales.
A pesar de su tendencia bajista, el índice de precios armonizado de la zona euro se situó en agosto en el 2,7%, frente al 2% señalado por el BCE como nivel adecuado para el control de precios. La masa monetaria, otros de los pilares sobre los que toma sus decisiones, continúa más de dos puntos porcentuales por encima de las exigencias del instituto emisor. Los datos podrían dar argumentos al BCE para no ceder a las presiones de los Gobiernos.
Francia planea avanzar la reforma fiscal
El Gobierno está planeando adelantar la reforma fiscal programada para 2003, según publicó ayer el diario parisino Les Echos.
El periódico francés informaba de un plan para adelantar al año próximo la rebaja del llamado "recargo Juppe", programada en principio para 2003. El proyecto es reducir el impuesto a las empresas del 36,6% al 33,3%. Les Echos informaba además que la reducción del impuesto sobre los ingresos de ocho millones de familias con bajos salarios, planeado para septiembre de 2002, también podría ser adelantado.
La portavoz del Ministerio de Economía solamente reconoció que el Gobierno está analizando cómo responder a la situación generada a raíz de los atentados del 11 de septiembre, aunque negó que se haya tomado una decisión formal.
El primer ministro, Lionel Jospin, reconoció la semana pasada que el Gobierno está analizando si es necesario tomar medidas de emergencia para impulsar la economía. El Banco de Francia rebajó ayer al 2% la previsión de crecimiento, frente al 2,3% que prevé el Gobierno.