Trabajo mantiene su propuesta de reforma y sigue negociando
Los responsables de los Ministerios de Economía y de Trabajo mantuvieron a última hora del martes un encuentro para "remachar" la propuesta del Gobierno en materia de reforma de los convenios colectivos, del que salió un nuevo texto con "alguna modificación poco significativa", según fuentes de la negociación.
Esta ausencia de cambios reseñables significa que Trabajo ha conseguido, de momento, mantener el grueso de su propuesta de reforma, frente a los intentos de Economía de que el texto se decantara más hacia las tesis patronales.
En dicho encuentro se acordó asimismo que el negociador de Trabajo, el secretario general de Empleo, Juan Chozas, siga negociando "al menos hasta mañana (por hoy)" con empresarios y sindicatos de forma bilateral.
De esta forma, a esta hora sigue siendo una incógnita si el Consejo de Ministros de mañana viernes tomará o no la decisión de decretar unilateralmente la reforma de la negociación colectiva, en el caso de que no se vislumbrara hoy ninguna posibilidad de acuerdo entre las partes.
No obstante, todas las fuentes consultadas aseguraban ayer que el Consejo de Ministros de mañana no aprobará esta reforma de los convenios, ya que los negociadores aún se encuentran dentro del margen otorgado por el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la pasada reunión del Ejecutivo el viernes anterior. Si bien es cierto que fuentes cercanas al Gobierno no pudieron dar plenas garantías de que Aznar no decida sacar adelante la reforma mañana. Esto motivaría un importante rechazo de los interlocutores sociales, que ya han anunciado que un fuerte incremento de la conflictividad social si el Gobierno impone su reforma.
La reunión del martes entre Economía y Trabajo estuvo motivada por un intento de la patronal de aplazar las negociaciones hasta 2002 a la vista de la reforma que pretende el Gobierno y que los empresarios consideran que se queda corta para sus pretensiones.
El contenido de la reforma
El texto elaborado por el Ejecutivo refuerza el papel de los convenios sectoriales de carácter estatal y, sobre todo, el peso de las empresas en la negociación de los convenios. Los principales cambios consisten en la fijación por ley de las materias a negociar preferentemente en los convenios sectoriales y en los de empresa; la extensión de la cláusula de descuelgue (posibilidad de incumplir lo contenido en el convenio sectorial) a todas las materias propias de negociarse en el convenio de empresa; y la obligatoriedad de empresarios y sindicatos -a petición de una de las dos partes- de negociar un convenio cuando termina su vigencia, así como la obligatoriedad de fijar los mecanismos de arbitraje e intermediación si no se llegara a un acuerdo.
De salir adelante la reforma en estos términos, su aplicación será paulatina y contará con un largo periodo transitorio, ya que no podrá ejecutarse de forma retroactiva sino según vayan venciendo la vigencia de los convenios, que son generalmente plurianuales.